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Warning (Soren)
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Warning (Soren)
Se suponía que iba a salir a solo comprarme una caja de cigarro porque ya se me había acabado. Esa era mi misión cuando deje el hotel. No me percate que me habían comenzado a seguir. Ni me di cuenta ni me parecía haber importado tanto, solo quería ir a por mí vicio. A parte, los humanos son seres que poco puedo notar. Todos son iguales, su energía es similar y no presentaban mayor reto para mí. Pero que equivocado estaba.
Había llegado hasta una tiendita de turno, entre y busco mis cigarros por la estanterías. No lo halle. Pase por caja y los vi. Aquellos con sabor a menta. Pedí uno y pague rápidamente saliendo para ahora prender en seguida uno. -Demonios, ya me hacía falta esto.- Comente luego de una calada y deje libre el humo. Me dispuse a regresar al hotel cuando por el camino me intersectaron tres tipos con capucha. Me detuve en seguida en mi camino. Di un paso atrás y otros dos se acercaban por allí. Me rodearon. –¿Quiénes sois?- Les pregunte y estos sacaron bates y nudillos de hierro. –Estamos de paso limpiando la ciudad de entes como tu.- Y no vi el golpe llegar. Un puñetazo me impacto en el abdomen. Mi cigarro se calló al suelo. –Desgraciados.- Caí de rodilla. Simulaba que el golpe me había dado durísimo. En un momento dudaron y aproveche. Gire al estilo Breakdance bajo mi propio eje y los humanos miserables cayeron. Continuando el giro me levante tomando mi cigarro.
Dos más de atrás aparecieron. –Maldita sea.- Comente echando ahora a correr. Los cinco más se levantaron y ahora tenía a 7 cazadores detrás de mí. Corrí y los evite como pude hasta que me conseguí con alguien que ya conocía. –Angelito. Te cuidado. Vienen siguiéndome un grupito de cazadores. Si te ven conmigo creerán que también eres parte de los seres sobrenaturales.- Le comente cuando de pronto llegaron hasta nosotros otra vez.
Había llegado hasta una tiendita de turno, entre y busco mis cigarros por la estanterías. No lo halle. Pase por caja y los vi. Aquellos con sabor a menta. Pedí uno y pague rápidamente saliendo para ahora prender en seguida uno. -Demonios, ya me hacía falta esto.- Comente luego de una calada y deje libre el humo. Me dispuse a regresar al hotel cuando por el camino me intersectaron tres tipos con capucha. Me detuve en seguida en mi camino. Di un paso atrás y otros dos se acercaban por allí. Me rodearon. –¿Quiénes sois?- Les pregunte y estos sacaron bates y nudillos de hierro. –Estamos de paso limpiando la ciudad de entes como tu.- Y no vi el golpe llegar. Un puñetazo me impacto en el abdomen. Mi cigarro se calló al suelo. –Desgraciados.- Caí de rodilla. Simulaba que el golpe me había dado durísimo. En un momento dudaron y aproveche. Gire al estilo Breakdance bajo mi propio eje y los humanos miserables cayeron. Continuando el giro me levante tomando mi cigarro.
Dos más de atrás aparecieron. –Maldita sea.- Comente echando ahora a correr. Los cinco más se levantaron y ahora tenía a 7 cazadores detrás de mí. Corrí y los evite como pude hasta que me conseguí con alguien que ya conocía. –Angelito. Te cuidado. Vienen siguiéndome un grupito de cazadores. Si te ven conmigo creerán que también eres parte de los seres sobrenaturales.- Le comente cuando de pronto llegaron hasta nosotros otra vez.
Declan Baskerville
Re: Warning (Soren)
Esa noche me tocaba "patrullar", como me gustaba a mí llamarlo. Dentro de mis tareas era la menos mala, ya que al menos de ésa forma podía seguir descubriendo callejones y escondrijos de París. Debía reconocer que en los años que llevaba ya allí, me conocía más de un secreto de aquella ciudad. Había muchos atajos, e incluso entradas a las antiguas catacumbas que por supuesto los humanos habían ignorado por completo. Di de algo carecían, era del suficiente sentido de observación como para averiguar esas cosas.
La noche se presentaba tranquila. Bueno, por lo menos no había tenido que evitar un evitar por el momento un asesinato entre borrachos o algo por el estilo. Había algunas callejuelas que estaban desérticas a ésas horas. Si bien era cierto que yo podía notar si había algún alma humana en apuros cerca, aquella noche estaba incluso demasiado tranquilo. De una forma que llegaba a ser inquietante. Seguí caminando por un callejón más iluminado, hasta llegar a la calle principal.
Allí caminé recto, aunque me detuve en seco al ver una figura correr hacia donde me encontraba. Detrás de esa figura venían otras cinco más. Nada más ni nada menos que mi amigo el demonio. - Pero qué... - ¿A quién había cabreado ése tío aquella vez? - Oh mierda, tienes que estar de coña. - Eran malditos cazadores. Fuese o no yo un demonio, a ésos les daba igual. Al verme con él me iban a atacar así que eché a correr diciendo de mala gana al demonio. - Sígueme. - Me conocía bien esas calles, lo suficiente como para llegar al río y despistarlos. Los cazadores corrían más que los humanos normales, sin embargo nosotros dos éramos mucho más rápidos. Puede que no hiciese falta ir tan lejos como para despitarlos. Iba mirando de vez en cuando hacia atrás, entre callejón y callejón, sin embargo un par de esos tíos nos seguían los talones.
Sin embargo, vi nuestro escape claro cuanfo recordé un pasadizo cercano que llevaba a los túneles. - ¡Atento! - le dije. Me dirigí a una pared cercana y presioné una de las piedras. Teníamos el tiempo suficiente para escapar por ahí. Unas escaleras aparecieron, duraban escasos segundos por lo cual solo había una oportunidad. Corriendo me dirigí hacia ellas. Los cazadores llegaron tan solo para ver como las escaleras desaparecían. - Éso ha estado cerca. - Dije una vez abajo. Saqué el móvil para iluminar el camino. Realmente los humanos desconocían todavía demasiados túneles que atravesaban su ciudad. - No te acostumbres a que te ayude. - Dije frunciendo el ceño y echando a andar. - ¿Cómo has conseguido cabrearles tanto? Parecían perros de presa. - Comenté mientras caminaba. Tenía que estar atento ya que esos túneles eran realmente un laberinto. Una mala elección, y podría llevarnos un buen rato salir de ahí.
La noche se presentaba tranquila. Bueno, por lo menos no había tenido que evitar un evitar por el momento un asesinato entre borrachos o algo por el estilo. Había algunas callejuelas que estaban desérticas a ésas horas. Si bien era cierto que yo podía notar si había algún alma humana en apuros cerca, aquella noche estaba incluso demasiado tranquilo. De una forma que llegaba a ser inquietante. Seguí caminando por un callejón más iluminado, hasta llegar a la calle principal.
Allí caminé recto, aunque me detuve en seco al ver una figura correr hacia donde me encontraba. Detrás de esa figura venían otras cinco más. Nada más ni nada menos que mi amigo el demonio. - Pero qué... - ¿A quién había cabreado ése tío aquella vez? - Oh mierda, tienes que estar de coña. - Eran malditos cazadores. Fuese o no yo un demonio, a ésos les daba igual. Al verme con él me iban a atacar así que eché a correr diciendo de mala gana al demonio. - Sígueme. - Me conocía bien esas calles, lo suficiente como para llegar al río y despistarlos. Los cazadores corrían más que los humanos normales, sin embargo nosotros dos éramos mucho más rápidos. Puede que no hiciese falta ir tan lejos como para despitarlos. Iba mirando de vez en cuando hacia atrás, entre callejón y callejón, sin embargo un par de esos tíos nos seguían los talones.
Sin embargo, vi nuestro escape claro cuanfo recordé un pasadizo cercano que llevaba a los túneles. - ¡Atento! - le dije. Me dirigí a una pared cercana y presioné una de las piedras. Teníamos el tiempo suficiente para escapar por ahí. Unas escaleras aparecieron, duraban escasos segundos por lo cual solo había una oportunidad. Corriendo me dirigí hacia ellas. Los cazadores llegaron tan solo para ver como las escaleras desaparecían. - Éso ha estado cerca. - Dije una vez abajo. Saqué el móvil para iluminar el camino. Realmente los humanos desconocían todavía demasiados túneles que atravesaban su ciudad. - No te acostumbres a que te ayude. - Dije frunciendo el ceño y echando a andar. - ¿Cómo has conseguido cabrearles tanto? Parecían perros de presa. - Comenté mientras caminaba. Tenía que estar atento ya que esos túneles eran realmente un laberinto. Una mala elección, y podría llevarnos un buen rato salir de ahí.
Soren B. Mäkelä
Re: Warning (Soren)
No es que me guste buscar problemas. Pero estos tíos me han agarrado de sorpresa. No se como coño supieron que era un ser sobrenatural si creo que me porte "bien" esta noche. Pero aun así me han atacado sin previo aviso. La cualidad que tenia era de fingir y por ello logre escapar a tiempo. pero ahora me conseguía con el angelito de la guarda de estas basuras humanas. Quien mejor que este ser para ayudarme. No es que me lleve de maravilla con él. Es un miserable ángel. Pero ahora no podía lucir como el bueno de la película cuando para los cazadores, posiblemente eramos dos seres sobrenaturales.
Me detuve un momento simulando la falta de oxigeno en mis pulmones para cuando el ángel me pidió que lo siguiera. Si claro, ¿que podría ser peor? Por ello pegue la carrera detrás de este. Mantuve su velocidad pero esta superaba con creces a los cazadores, los cuales se iban quedando detrás de nosotros. Solo dos intentaron mantener el paso pero al final de cuenta lo fueron reduciendo. Son humanos después de todo.
Me detuve unos pasos cerca de este cuando el ángel toco la pared he hizo que un trozo de bloque se hundiera haciendo aparecer unas escaleras en nuestro frente. -Wow... Esta ciudad tiene mas secretos de lo que me podría imaginar.- Cabe acotar que no me conozco muchos atajos así. Posiblemente el angelito si me sirva de ayuda de ven en cuando. Entre luego de este para cuando la presencia de los humanos cazadores se quedaba detrás de la gran pared la cual ya había regresado a ser eso dejando atrás las escaleras que antes formo.
-Jajaja... ¿Acaso podría acostumbrarme? Deberías enseñarme todo esto y así no vuelvo a pedirte ayuda.- Cabe acotar que mi relación con el tipejo no era la mejor. Teníamos una fuerte rencilla. Cosa del pasado que no nos toleramos los ángeles con los humanos. Es que definitivamente yo estaba en contra de los mandatos de su dios. Prefería absorber el trozo de alma de este de los humanos y hacerlos sufrir en el infierno. Cosa que a su dios no le gustaba. Por ello esta esa batalla entre los ángeles y los demonios. Ellos el bien, nosotros el mal.
Lleve mis manos y las entrecruce detrás de mi cuello caminando detrás de este. -Yo no les he hecho nada. Esos malditos comenzaron a golpearme como si yo les hubiese hecho algo.- Comente con suma tranquilidad. Su miserable teléfono apenas iluminaba los pasajes que olían a humedad y moho. -¿Como sabes de la existencia de estos túneles?- le comente memorizándolo en mi mente. Quien sabe si en algún momento me toque usar mi habilidad de teletransportación hasta aquí. Esta podría figurar entre yo y una batalla o lucha innecesaria. -¿A donde nos llevan estos túneles? se nota que por aquí no ha pasado ni un alma.-
Me detuve un momento simulando la falta de oxigeno en mis pulmones para cuando el ángel me pidió que lo siguiera. Si claro, ¿que podría ser peor? Por ello pegue la carrera detrás de este. Mantuve su velocidad pero esta superaba con creces a los cazadores, los cuales se iban quedando detrás de nosotros. Solo dos intentaron mantener el paso pero al final de cuenta lo fueron reduciendo. Son humanos después de todo.
Me detuve unos pasos cerca de este cuando el ángel toco la pared he hizo que un trozo de bloque se hundiera haciendo aparecer unas escaleras en nuestro frente. -Wow... Esta ciudad tiene mas secretos de lo que me podría imaginar.- Cabe acotar que no me conozco muchos atajos así. Posiblemente el angelito si me sirva de ayuda de ven en cuando. Entre luego de este para cuando la presencia de los humanos cazadores se quedaba detrás de la gran pared la cual ya había regresado a ser eso dejando atrás las escaleras que antes formo.
-Jajaja... ¿Acaso podría acostumbrarme? Deberías enseñarme todo esto y así no vuelvo a pedirte ayuda.- Cabe acotar que mi relación con el tipejo no era la mejor. Teníamos una fuerte rencilla. Cosa del pasado que no nos toleramos los ángeles con los humanos. Es que definitivamente yo estaba en contra de los mandatos de su dios. Prefería absorber el trozo de alma de este de los humanos y hacerlos sufrir en el infierno. Cosa que a su dios no le gustaba. Por ello esta esa batalla entre los ángeles y los demonios. Ellos el bien, nosotros el mal.
Lleve mis manos y las entrecruce detrás de mi cuello caminando detrás de este. -Yo no les he hecho nada. Esos malditos comenzaron a golpearme como si yo les hubiese hecho algo.- Comente con suma tranquilidad. Su miserable teléfono apenas iluminaba los pasajes que olían a humedad y moho. -¿Como sabes de la existencia de estos túneles?- le comente memorizándolo en mi mente. Quien sabe si en algún momento me toque usar mi habilidad de teletransportación hasta aquí. Esta podría figurar entre yo y una batalla o lucha innecesaria. -¿A donde nos llevan estos túneles? se nota que por aquí no ha pasado ni un alma.-
Declan Baskerville
Re: Warning (Soren)
Esa era la experiencia más extraña que había tenido relacionada con los humanos. Sabía la existencia de cazadores, pero realmente nunca había tenido que salir huyendo de ningún humano. Pero esos no eran humanos normales al fin y al cabo. Esos sí podían resultar peligrosos, no eran de los que necesitaban la ayuda de un ángel de la guarda. Hice caso omiso a su comentario. Aunque era verdad, París era ciudad antigua, repleta de lugares como ése. Lugares que no me convenía que ése desgraciado ser de las tinieblas supiera.
Fruncí el ceño al escuchar que quería saber la localización de más túneles. - Eh, no exijas más de lo que te estoy enseñando. Puedes darte por satisfecho con saber la existencia de este túnel. - Detuve mis palabras cuando me fijé en el suelo. El lugar no era ningún palacio, apestaba a cerrado y putrefacción, era frío, húmedo y lleno de moho. A mis pies había el cadáver de una rata y un montón de bichos alrededor. - Tú te sentirás como en casa aquí, supongo. - Comenté todavía mirando la rata. Di un rodeo y seguí hacia delante. Me iba a costar quitarme ese olor de la mente.
Ante mi pregunta, el demonio contestó bastante infantilmente diciendo que el no había hecho nada. Negué en signo de desaprobación. Realmente de no haberme quedado otro remedio no le habría ayudado. - Bueno, puede que directamente no les hayas hecho nada. Pero eres un demonio. Los humanos no os toleran demasiado. - Sonreí irónicamente y dije. - Y yo tampoco. Aunque éso ahora supongo que no importa. - Comenté quitándole importancia. Tan solo hasta que saliéramos, iba a olvidar lo que él era.
Escuché su pregunta, y dudé en si contestarle. No era la mejor idea dejarle saber tanta información. Bueno, teníamos por delante un camino hasta la salida. No era propio de mí ser amable con los demonios, sin embargo en ese caso... - He tenido mucho tiempo para investigar la ciudad. - Dije en contestación a su pregunta. Había una gran serie de túneles como ése. - No tiene una única salida. - Comenté. Estaba seguro de que me acabaría arrepintiendo de haber ayudado a ése demonio. Ni siquiera sabía su nombre, y realmente no me interesaba saberlo. Todos los demonios eran iguales, escoria sin capacidad de arrepentirse ni remordimientos. - No sé si estos túneles tendrán más salidas, pero las que sí conozco van a parar al bosque del hotel LeBlanc y a las afueras de París. Debían de utilizarlos los humanos para moverse sin ser vistos... - Hice una breve pausa, mirando la bifurcación de caminos. Tomé el camino de la derecha. - En otra época. No creo que ningún humano sepa ahora de su existencia, así que considérate afortunado de que me interese la exploración urbana. - Sonreí entre dientes. Realmente, debía mantenerme alerta. Podríamos habernos matado mutuamente allí mismo, pero ninguno de los dos parecíamos querer pelear en aquel momento. Valdría con tolerarnos hasta salir de ahí.
Fruncí el ceño al escuchar que quería saber la localización de más túneles. - Eh, no exijas más de lo que te estoy enseñando. Puedes darte por satisfecho con saber la existencia de este túnel. - Detuve mis palabras cuando me fijé en el suelo. El lugar no era ningún palacio, apestaba a cerrado y putrefacción, era frío, húmedo y lleno de moho. A mis pies había el cadáver de una rata y un montón de bichos alrededor. - Tú te sentirás como en casa aquí, supongo. - Comenté todavía mirando la rata. Di un rodeo y seguí hacia delante. Me iba a costar quitarme ese olor de la mente.
Ante mi pregunta, el demonio contestó bastante infantilmente diciendo que el no había hecho nada. Negué en signo de desaprobación. Realmente de no haberme quedado otro remedio no le habría ayudado. - Bueno, puede que directamente no les hayas hecho nada. Pero eres un demonio. Los humanos no os toleran demasiado. - Sonreí irónicamente y dije. - Y yo tampoco. Aunque éso ahora supongo que no importa. - Comenté quitándole importancia. Tan solo hasta que saliéramos, iba a olvidar lo que él era.
Escuché su pregunta, y dudé en si contestarle. No era la mejor idea dejarle saber tanta información. Bueno, teníamos por delante un camino hasta la salida. No era propio de mí ser amable con los demonios, sin embargo en ese caso... - He tenido mucho tiempo para investigar la ciudad. - Dije en contestación a su pregunta. Había una gran serie de túneles como ése. - No tiene una única salida. - Comenté. Estaba seguro de que me acabaría arrepintiendo de haber ayudado a ése demonio. Ni siquiera sabía su nombre, y realmente no me interesaba saberlo. Todos los demonios eran iguales, escoria sin capacidad de arrepentirse ni remordimientos. - No sé si estos túneles tendrán más salidas, pero las que sí conozco van a parar al bosque del hotel LeBlanc y a las afueras de París. Debían de utilizarlos los humanos para moverse sin ser vistos... - Hice una breve pausa, mirando la bifurcación de caminos. Tomé el camino de la derecha. - En otra época. No creo que ningún humano sepa ahora de su existencia, así que considérate afortunado de que me interese la exploración urbana. - Sonreí entre dientes. Realmente, debía mantenerme alerta. Podríamos habernos matado mutuamente allí mismo, pero ninguno de los dos parecíamos querer pelear en aquel momento. Valdría con tolerarnos hasta salir de ahí.
Soren B. Mäkelä
Re: Warning (Soren)
Estaba claro que a este angelucho de tercera no le caiga en nada bien. Me valía pues me estaba ayudando en este momento y lo necesitaba aunque me costara decirlo. Principalmente por que no se salir de estos túneles. Dudo que mi habilidad de teletransportarme funcione. Son demasiado gruesos de pared a parte debo conocer bien donde estoy para saber a dónde voy. Estaba atrapado aquí con el peor guía de todo el mundo, inframundo y celestial.
Observe al animal muerto en el piso y su comentario. Hice un puchero y luego sonreí. -Si claro… Igualito al infierno.- Realmente era pobre el conocimiento de este ángel del infierno. Yo no rodee al animal, solo lo patee haciéndolo que cayera un par de pasos delante de mí. No tenía ni gusanos, ya estos habían dejado la carne seca. Solo era una reunión de huesos con piel seca. Algo así como las momias. Escuche así su comentar. Uy si, el angelito que ayuda a los humanos. –¿Sabes algo? A esos humanos tu querida e iluminada especie tampoco les agrada. Estamos en el mismo bando angelito. En el bando de la raza que no debería estar en la tierra jodiendo, por mi parte, y ayudando por tu parte.- No me molestaba, pero era fácil de hablar y hacer que las demás especies tocaran tierra rápidamente. Tal vez el angelito por tener alas se la pase más volando en las nubes.
Ahora solo guarde silencio y escuche con atención lo que me comenzaría a hablar. Solo quiero información y sacársela era tan complicado como cavar en un jardín de cemento con una pala de plástico de arena. El angelito hablaba y me daba cierta clase de historia. Ok, ahora debía revisar más a fondo esta ciudad. Y lo haría cuando supiera a dónde demonios sale este túnel. Ya luego todo sería cuestión de recorrerlos dejando rastros para regresar. Podría tomarme mi tiempo en descubrirlos y hacer un mapa de los mismos. –Interesante. Entonces digamos que ahora nadie los recorre más que tu y solo tú.- Comente. –Pues… no sé qué más decirte.- Pues no le diría más, solo quería explorarlos ahora solo.
-¿Por qué ayudas a los humanos?- Comente luego de un silencio molesto. –¿Acaso alguno te agradece?- Le comencé a cuestionar. No entendía el ayudar irracional y fiel de los ángeles a los humanos. –¿ÉL te dio esa orden o tienes algún otro papel en el cielo?- Veamos que tanto me soltaba el ángel.
Observe al animal muerto en el piso y su comentario. Hice un puchero y luego sonreí. -Si claro… Igualito al infierno.- Realmente era pobre el conocimiento de este ángel del infierno. Yo no rodee al animal, solo lo patee haciéndolo que cayera un par de pasos delante de mí. No tenía ni gusanos, ya estos habían dejado la carne seca. Solo era una reunión de huesos con piel seca. Algo así como las momias. Escuche así su comentar. Uy si, el angelito que ayuda a los humanos. –¿Sabes algo? A esos humanos tu querida e iluminada especie tampoco les agrada. Estamos en el mismo bando angelito. En el bando de la raza que no debería estar en la tierra jodiendo, por mi parte, y ayudando por tu parte.- No me molestaba, pero era fácil de hablar y hacer que las demás especies tocaran tierra rápidamente. Tal vez el angelito por tener alas se la pase más volando en las nubes.
Ahora solo guarde silencio y escuche con atención lo que me comenzaría a hablar. Solo quiero información y sacársela era tan complicado como cavar en un jardín de cemento con una pala de plástico de arena. El angelito hablaba y me daba cierta clase de historia. Ok, ahora debía revisar más a fondo esta ciudad. Y lo haría cuando supiera a dónde demonios sale este túnel. Ya luego todo sería cuestión de recorrerlos dejando rastros para regresar. Podría tomarme mi tiempo en descubrirlos y hacer un mapa de los mismos. –Interesante. Entonces digamos que ahora nadie los recorre más que tu y solo tú.- Comente. –Pues… no sé qué más decirte.- Pues no le diría más, solo quería explorarlos ahora solo.
-¿Por qué ayudas a los humanos?- Comente luego de un silencio molesto. –¿Acaso alguno te agradece?- Le comencé a cuestionar. No entendía el ayudar irracional y fiel de los ángeles a los humanos. –¿ÉL te dio esa orden o tienes algún otro papel en el cielo?- Veamos que tanto me soltaba el ángel.
Declan Baskerville
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