We need to talk <Gabrielle>

Han pasado varios días desde que aquel evento tan promocionado de la Subasta de Solteros para la beneficiencia de no se que asociación de niños paso. No habría sido algo tan reseñable en mi existencia si no hubiesen pasado ciertas cosas en esta, todas ellas me afectan de una u otra forma, pero creo que las mas importantes son sin duda el hecho de que al parecer la interacción entre mi novia y mi amiga es mas que complicada, es algo áspera y ruda, y eso a mi no me agrada pues estoy prácticamente, bueno literalmente, enmedio de ellas.

He buscado a mi amiga varios días seguidos, pero no he sentido su presencia cerca y al preguntar en recepción solo confirmé mis sospechas de que no estaba en el Hotel. No se bien si decidió volver a tomar rumbo en su vida, si es algo temporal o qué diablos pasa por esa cabeza tan loca, lo único que se es que debo hablar con ella y aclarar el asunto. Hoy era la última vez que preguntaba por su paradero antes de tomar cartas en el asunto e investigar mas a fondo, pero no fue necesario. Me informan que ayer dejo recado de que volvería a instalarse en su habitual cuarto así que luego de pasar la mañana e inicio de la tarde con Mia en nuestra habitación (pues ella aún no se siente lista para volver con Lyuva), subo a la suya, tocando la puerta.

No podía negarlo. Ese viaje de forma improvisada me sentó bastante bien. Era algo que pensé hacer una vez culminó lo de la subasta. Evento al que Kayleen me arrastró pasando por alto mis negativas. Lo que me había hecho sentir un poco mal al principio, fue lo de no avisar nada a nadie pero, el sentimiento me duró las primeras horas que pasé en el avión.

-Pero debo volver ya a la realidad, y tengo que terminar de desempacar-. Mientras empezaba a sacar la ropa del bolso que había llevado conmigo, escuché los toques en la puerta de mi habitación. -Seguro es Will, que ya se entero de mi regreso-. Fue mi primer pensamiento. Aunque al tomar un poco de aire, el que noté fue el aroma de Vlad, razón por la que miré confundida en dirección a la puerta. Y no tardé mucho en ir a abrir la misma. -¿Vlad?-. Realmente estaba confundida de que el vampiro estuviera ahí, ya que sabía que estaba con Mia, y que a la rubia en cuestión no le caía del todo bien.

Le di una mirada de sospecha, tenía la sensación de saber el motivo por el que había venido. Por esa razón me hice a un lado para dejarlo pasar. Después de eso no tardé mucho en cerrar la puerta y caminar hacía uno de los sofás que había en mi habitación, en el cual me senté un poco después. -¿Vienes por algo en especial?-. Pregunté.

Entre las muchas conveniencias de no ser simples humanos esta el hecho de que podemos saber quién anda cerca y es obvio que Gaby justo usa su olfato para saber que soy yo, no veo gran sorpresa en su mirada, no mas de la que le da el simple hecho de que haya venido a verla justo al momento de su regreso de quién sabe donde diablos - Por la expresión en tu cara creo que puedo suponer que no era a mi a quien esperabas ver en este momento ¿no? - digo serio, con los brazos cruzados.

Espero a que me de el paso, por muy amigos que seamos yo conservo ese perfil educado con ella y no me metería a su habitación así como así - Permiso - susurro antes de entrar a su habitación, recargando mi cadera en la cómoda de la habitación, mirándola con gran interés, pero espero a que tome asiento antes de hablar - De hecho... si. Quiero hablar contigo de 2 asuntos importantes... Primero ¿a dónde fuiste estos días? No es que me sienta con derecho de saber todo de tu vida Gaby, pero si desapareces como el humo es algo razonable el que me preocupe ¿no crees? -

-Realmente no esperaba a nadie, menos con tan poco tiempo de haber regresado al hotel. Claro... Eso supuse. Si no dudó que estuvieras aquí-. Comenté igual de seria que Vlad, dejando en claro que prefería mantener el lugar al que había viajado para mi, por lo menos en ese momento. Y también que no tenía muchas intensiones de moverme del sofá en el que me senté unos segundos después de que ambos estuviéramos dentro de mi habitación,

Luego de mi comentario, estuve en silencio por un tiempo muy breve. Al escuchar su tono, las ganas de replicar fueron demasiadas, pero me mordí la lengua y entrecerré los ojos demostrando un poco mi molestia. Era la mejor forma de no hacer un comentario sarcástico en relación a su pregunta. Mientras pensaba en una forma de desviar la atención, subí mis pies al sofá y abracé mis piernas con los brazos. -¿Viniste por lo sucedido con Mia?-. Sospechaba que era por eso y sacar el tema de una vez, me pareció la mejor manera de hacer que desviará la atención sobre el tema de mi viaje/desaparición del hotel. Por lo menos durante un rato.

Aún no estaba segura si hablar de Connor y su desaparición me molestaría o no, y esa había sido una de las razones para agarrar una de mis maletas a los minutos de la subasta, e irme sin un destino especifico. -¿Estoy en lo cierto?-. Pregunté manteniendo mi atención sobre el castaño, manteniendo un gesto igual de serio que el suyo.

- Digamos que tengo mis formas de saber lo que pasa en este Hotel, por lo menos lo que esta de cierta forma planeado de antemano, como por ejemplo tu llegada - digo aún con el semblante por completo serio, mas al verla a ella de esa misma forma, algo que me hace pensar que quizás el asunto de su "huída" sea algo profundo que ella piense que no me compete, y viendolo de forma fría, que es como yo debería pensar todo el tiempo, eso tiene mucho sentido. Solo somos amigos, no soy su tutor ni nada por el estilo.

Entrecierro los ojos y la miro con apenas un poco de sorpresa de que haya adivinado el segundo tema de discusión por el cual estoy en estos momentos recargado en su cómoda, mirando como esta bastante confortable en su sofa y no pienso interrumpirle ese disfrute - Bueno... eso es también un tema del que quiero hablar pero ciertamente estoy notando que intentas cambiar el tema del que quiero hablar primero Gabrielle - digo con una ceja alzada, pues esa actitud no pasó desapercibida por mi - Podemos hablar de lo de Mia si después hablamos de la razón de que te hayas ido - digo con ese yo diplomático que traigo muy dentro.

Asentí cuando dijo que tenía sus formas de saber sobre algunas cosas relacionadas con el hotel, no haría ningún comentario acerca de sus métodos para obtener información. Tampoco es que fuera algo en lo que tenía que meter mis narices.

-Yo también soy buena investigando, llevo años averiguando cosas interesantes. Y sé leer a los que conozco. Aunque tú eres un poco difícil de leer-. Comenté al ver que entrecierra los ojos, quizás para que el ambiente no estuviera tan tenso, lo cual se podía notar desde que inició nuestra conversación. Al mismo tiempo le hice un poco de espacio en el sofá, y di unos golpecitos con mi pie para darle a entender que podía sentarse. Luego de eso sin decir una palabra por unos minutos; los cuales interrumpí con un suspiro de derrota, terminé por aceptar que tenía que decir algo. Aunque fuera una verdad a medias... Suponía que era mejor que nada. -Esta bien-. Respondí en un susurro. No era necesario hablar en un tono alto como a un humano al tener un sentido de audición extremadamente fino.

Hago un amago de sonrisa mientras bajo la mirada hacia mis zapatos, asintiendo ante aquello de que soy alguien difícil de leer para ella, y creo que no es la única que me lo ha dicho - Si mi padre estuchase eso creo que estaría muy orgulloso del hijo que formó, siempre me metió en la cabeza el no ser alguien fácil de leer, de saber esconder mis emociones y mis intensiones hasta el momento idóneo - digo repitiendo eso como si mi propio padre lo estuviese diciendo - ¿Piensas que lo logró? - pregunto mirandola de nuevo.

La paciencia es una virtud de la cual puedo jactarme de gozar, por lo que la utilizo mientras miro de forma tranquila en apariencia a mi amiga, que termina por ceder casi silenciosamente mientras me invita a sentarme con ella. No es algo que me moleste o algo a lo que me niegue, para nada, así que con paso tranquilo me acerco y acabo sentado con ella, dando el mismo suspiro que ella antes de mirarla - Hablaremos primero de lo de Mia, pero no me iré sin saber sobre lo tuyo. Y bien... ¿qué paso con Mia en la subasta? - pregunto con el ceño ligeramente fruncido.

-No sé mucho de eso, pero supongo que si estaría orgulloso. Y ese último consejo podría decir que es bastante interesante-. Comenté mientras una risa suave sale de mis labios. -¿Lo de ser difícil de leer o, el que guardes tus intensiones para último momento?. Lo primera podría decir que lo haces bastante bien, lo segundo no sabría decirlo... Llevaba tiempo sin saber de ti-. Dije pensativa mientras trataba de sacar una respuesta diferente a la que le había dado unos pocos segundos antes.

-Eso me gustaría saber a mi. Ella fue la que llego con comentarios desagradables, Vlad-. Fruncí ligeramente el ceño luego de mis palabras. -Sabes que no soy muy paciente con los desconocidos. Y esa noche estaba de mal genio por... Cierto demonio que desapareció y me dejó sola. Sabes que no soy de las que se queda callada o sin hacer nada. Y no lo tomes como amenaza. Sabes que si es importante para ti, no haré nada en su contra-. Asentí unas pocas veces. -He tenido demasiada paciencia con tu neofita malcriada-. Pensé para mi misma esas ultimas palabras en relación a Mia.

La noto rara, diferente conmigo, tal vez son solo ideas mías, creo que para saberlo por completo tendré que esperar un poco mas - Claro, solo lo viste unas pocas veces y no creo que hayan tenido platicas precisamente largas - digo recordando ese pequeño hecho - Me alegra saber que no he perdido mi toque - digo alzandome de hombros, para luego asentir - Si, he estado haciendo algunos viajes, siento si no he estado tan presente en tu vida - digo con sinceridad, ante todo.

Bajo la mirada y no puedo aguantarme la sonrisa cuando menciona eso, recordando como mi rubia llego toda territorial y celosa, algo a lo que estoy acostumbrado y hasta ahora lo noto - Si... ella es algo celosa y tú eres una mujer muy guapa pero ella no sabía que solo te veo con ojos de amigo - digo antes de suspirar y volver a mirarla con la mención del demonio - ¿Connor no? ¿se fue verdad? he pasado poco tiempo por aquí pero no he sentido de nuevo su aroma - digo como comentario aislado pues mi atención regresa de inmediato al tema de Mia.

Rasco mi mentón y trato de buscar las palabras correctas antes de abrir la boca - Gaby, Mia no es solo mi neófita, es... es muy importante para mi. Estoy enamorado de ella, demasiado, incluso mas que la primera vez que esto me paso. Y se que como neófita es muy inestable pero necesito que uses toda la poca paciencia que tengas escondida porque ella en definitiva es muy importante para mi - digo de forma serena, aunque confesar mis sentimientos por ella con una tercera persona me pone nervioso, lo hace todo mas real y fuerte.

Luego de su comentario acerca de su padre, aprovechó de dejar un beso rápido en su mejilla cuando baja la cabeza y sonríe. -Me alegra verte feliz, y no tienes que disculparte por no estar tanto conmigo. Sé que tienes cosas más interesantes que hacer, y que soy muy inquieta para tu gusto-. Dije volviendo a abrazar mis piernas y sonrojandome un poco al escucharlo decir que soy muy guapa.

-Todas las vampiresas creo que somos iguales-. Comenté divertida. -Yo suelo serlo también con...-. Al escuchar que menciona a Connor mi sonrisa reduce un poco aunque, yo fui la que lo mencionó primero. -No ha vuelto a venir. Y...-. Una mirada bastante triste apareció en mis ojos en ese momento. No quería reconocerlo todavía aunque creía que ya debía dejar las tonterías a un lado y enfrentar el hecho de estar enamorada. -Podemos cambiar el tema, sigue siendo algo complicado-.

-Por lo menos alguien acepta lo que siente-. Fue mi pensamiento un poco después de sus palabras. Lo que me sorprende es que saqué el tema de su primer amor, lo que lo hacía mas raro o genial ya que al saber que alguien lograba esos sentimientos en Vlad, lograba un poco de mi interés. -Intentaré tener más paciencia. Pero déjame patear su trasero si sigue comportándose así, o habla con ella para que se relaje-. Le di una mirada en la que demostraba que hablaba en serio con relación a la petición de patear el trasero de Mia, aunque eso me hiciera saltar la promesa a Will de portarme bien.

Si las cosas eran algo raras entre nosotros, con el beso que me da me quita las ideas locas de mi cabeza y la miro con ese cariño de amigos que guardo por ella - Eres bastante inquieta, en eso tienes razón, pero eso no me moelsta Gaby, es solo que mi vida ha estado algo mas inestable que de costumbre - digo alzando mis hombros, mas relajado.

Asiento con cierta sonrisa bailando en mis labios, se de primera mano que las vampiresas son algo posesivas con lo qe consideran "suyo", ya sea una persona, un sitio o un objeto, es instintivo al parecer. Los vampiros no somos diferentes de hecho. Noto su gran cambio de actitud cuando el demonio es nombrado y creo que incluso ella misma lo iba a mencionar. Ahí hay algo, algo que hace que su mirada de oscurezca y no me agrada verla así - Gaby... - susurro de forma preocupada e incluso pongo mi mano en su hombro, dando un ligero apretón - De acuerdo, pero quiero que sepas que puedes hablar conmigo ¿ok? - digo sincero.

La miro y no evito reír muy divertido con su especie de propuesta - No, no quiero nada de peleas físicas entre ustedes ¿ok? Intentaré que entienda que solo eres mi amiga así como quiero que tú entiendas que ella es mi novia. Las dos son imporantes para mi y no quiero que me pongan entre la espada y la pared ¿ok? - digo con una ceja alzada pero sin dejar mi sonrisa divertida.