Give me a drink [Elizabeth Mijalkov]

Aquel día había resultado agotador. Había tenido que evitar que dos humanos se destrozaran entre ellos, ¿Tan fácil resultaba a los demonios corromperles? Parecía que con un par de palabras estos estaban dispuestos a matar a cualquiera que se les pusiera por delante. Realmente no me gustaba tener que estar continuamente pendiente de ellos, eran como niños, niños que caían a la mínima. Tenía suerte de que mis pensamientos fueran solo míos. No estaría bien visto que un ángel pensara en éso.

En cualquier caso necesitaba un breve descanso. Tras tocar la guitarra durante cerca de una hora en mi habitación, tenía ganas de ver que era lo que me encontraba por el hotel. Según tenía entendido, no era muy difícil encontrarse un demonio o un vampiro vagando por allí. No siempre era fácil reconocer a un demonio, al fin y al cabo tomaban los cuerpos de los humanos para llevar a cabo sus acciones. Éso los débiles, claro... Con los de mayor rango era más fácil. Aparentaban ser como vampiros, pero era como un sexto sentido para nosotros. No sería tan sencillo llevar a cabo nuestras misiones si no tuviésemos esa clase de dones. De cualquier manera, no siempre era fácil. Los demonios siempre tenían estratagemas de lo más peculiares para evitarnos. Pero, no eran infalibles. No podían evitarnos eternamente, siempre acababan cayendo, y cuando lo hacían ahí estábamos nosotros para acabar el trabajo sucio. Tristemente solo éramos peones en aquella misión.

Me desperecé tras terminar de tocar sin pensar demasiado. Estaba muy cansado, pero tampoco quería echarme una cabezada. Me calcé y comencé a bajar al bar. No me crucé con nadie, lo cual me sorprendió un poco. El bar estaba casi vacío. La camarera se encontraba en la barra, había algunos clientes. A simple vista, diría que había dos vampiros. La chica de la barra, sin embargo... ¿Podría tratarse de una humana tal vez? No sabía con exactitud de que raza era. Me acerqué a la barra y me senté en un taburete, diciendo. - Ponme un ron con cola. - No acostumbraba mucho a beber, ¿Qué sería de un ángel con un vicio así? Por cosas más absurdas habían desterrado a algunos. - ¿Una noche tranquila, no? - Dije mirando a mi alrededor. El sitio estaba prácticamente vacío. Esperaba encontrarme con muchas criaturas, y para mi degsracia no sería esa noche.

Solo un dia tranquilo- me comento para mi misma mientras me termino de arreglar en mi habitación. Hoy es dia de trabajar, no podria ver a James, únicamente debería atender el bar esperando que alguien interesante llegara a mi barra, pues últimamente no era muy habitual encontrar a gente interesante en el bar. Únicamente humanos que están ahogando penas en alcochol. Me termino de hacer la coleta en el cabello para bajar al bar como si nada. Mi uniforme de una camisa blanca y unos pantalones holgados mas unos zapatos comodoos.

Me adentro a mi despacho para ordenar unos papeles antes de darle mi charla habitual al personal antes de abrir el bar. El cual no tiene mucho movimiento al contrario, únicamente dos humanos y uno que otro vampiro. Pero anda de que preocuparse, mi vista se relaja al no ver a James o a Boran por el alrededor. Pues no sabría explicar aquella situación. Por lo que tengo suerte ue ninguno de los dos este cerca.

Las horas pasan y los clientes tambien. Únicamente haciendo el cargo a la habitación, sin mucho mas, ya no se manejan dineros por parte del señor LeBlanc, únicamente en la recepción. Estoy limpiando una de las copas cuando escucho como me dice que le de un ron con cola. Le sonrio y lo preparo casi de inmediato para dejar una servilleta en la barra y luego su trago..- Pues si… siempre es asi durante la semana… en los fines de semana estamos mas ocupados- comento ante su comentario sobre si era una noche tranquila, pues el lugar casi estaba vacio, pocas personas

Apoyé mis codos en la barra mientras continuaba sentado esperando mi bebida. La chica no tardó demasiado en preparármela sonriéndome antes de hacerlo. Una empleada eficiente por lo que parecía. Tras darme la bebida, di un trago y comencé a mirar el vaso, como si se tratase de algo sorprendente. Me había chafado ligeramente los planes el hecho de que no hubiese ni un alma en el bar... Esperaba poder fijarme en que clase de clientes se hospedaban allí para así saber si debía estar alerta o no.

La muchacha, al menos, parecía simpática. Tampoco podía confiarme en ese hotel, muchas veces lo más inocente resulta letal. Aunque, de cualquier forma, aparentaba ser una inofensiva chica humana. Seguramente no sería más que éso, una chica humana que trabajaba allí. Realmente no entendía muy bien ese hotel, ¿No temían que cualquier día a un vampiro sediento se le fuese la mano y los expusiese? O incluso aunque ocurriera y se libraran, habría sido más cómodo controlando más la gente que entra o no. Realmente no sabía que ocurría allí dentro realmente. Quizás una vez al mes se comían a todos los humanos hospedados y los hacían desaparecer... 'Cielos, Soren, ¿Qué bobada estás pensando?' pensé. Éso era desde luego, demasiado descabellado.

Solté un leve suspiro ante la respuesta de la chica. Realmente no estaba molesto, ni lo más mínimo, si era cierto que quería encontrarme con la "fauna" del hotel, pero tampoco me importaba demasiado. - Supongo que escogí un mal día para venir. Pero bueno... El trabajo me tiene bastante ocupado últimamente. - Dije jugueteando con el vaso lleno de bebida. Después, di un breve trago. No es que me apasionasen las bebidas alcohólicas, pero de vez en cuando las toleraba. En cierto modo no me gustaban demasiado porque eran el inicio de muchos de mis quebraderos de cabeza. Los humanos alcohólicos eran blancos fáciles al fin y al cabo. Dispuesto a entablar algo de conversación con la chica, pregunté. - ¿Y qué días trabajas tú? No he venido demasiado por aquí, pero no recuerdo haberte visto de todas maneras. - No sabía exactamente si era por curiosidad o por aburrimiento, pero esperaba poder conversar un poco más con ella. Caí en la cuenta en que no me había presentado, así que sonriendo de lado a lado dije. - Soy Soren, por cierto. Había olvidado presentarme. - Daba por sentado que mi estancia allí iba a ser larga. El dinero no sería un problema... Tenía cosas que hacer allí.

Observo como de reojo el chico apoya sus codos en la barra mientras yo me demoro en hacer su pedido, no habia mucha gente en el bar, de hecho no habia casi nadie, por lo que no me demoro nada en realizar su pedido y ponerlo frente al chico, antes de soltar mi comentario sobre lo solo que esta este lugar, pero que los fines de semana es un lugar lleno de gente. De mucha gente y clase de ellas. Sonrio cuando el chico me mira y me contesta.

-Lamento oir eso, supongo que buscabas conocer a alguien o algo asi?.... digo, si lamentas que el bar este medio vacio como lo esta hoy- comento mientras tomo un paño y me pongo a limpiar unos vasos que aun estaban mojados y debía dejarlos impecables. La limpieza del bar es bastante importante al menos para mi. Observo como el chico queda mirando el vaso y jugando con el levemente antes de darle un trago largo a la bebida. Este chico me da el presentimiento de que si lo conozco o quizás su energía me da la idea que es alguien bueno, pero quizás es algo que le preguntare después. Sigo limpiando una copa cuando escucho su pregunta.- Pues soy la jefe de la barra, normalmente estoy atrás en el escritorio, pero trabajo aca cada vez que lo administrativo me deja libre- comento ante su pregunta, pues yo tampoco habia visto al chico anteriormente a este dia.

Esucho su nombre y le sonrio.- Un gusto Soren, soy Elizabeth, pero de seguro que lo leíste en la placa- digo sonriendo levemente mientras doy una leve mirada a im placa que dice mi nombre, bajo el cargo que tengo y el nombre del gran hotel.

Di un largo trago de mi bebida. Iba a necesitar mucho más que éso si buscaba emborracharme. En cualquier caso, no estaba allí para éso. Me dijé como dos de las personas que se encontraban en el bar hablando en una mesa se levantaban y se marchaban. Después, escuché a la joven tras la barra hablar.

La chica tenía razón, me esperaba poder conocer a alguien. No a alguien en particular, pero algo así. - Supongo que sí. Esperaba ver la fauna de aquí. - Dije sonriendo sarcasticamente. Me fijé en el rostro de la chica, me resultaba un tanto familiar por lo que entrecerré los ojos y dije. - Oye... ¿Tú y yo nos conocemos? Tengo esa impresión. - Dije dubitativo. De ser así, no estaba seguro de que podría ser. Tal vez me habría cruzado con ella por las calles de París o algo así. Deseché la idea de que nos conociésemos y dije inclinando la cabeza con una sonrisa. - Nah, seguro que eran imaginaciones mías. - Levemente sorprendido por la respuesta de la chica, comenté. - Eso lo explica. ¿Hoy te han fallado tus empleados?, ¿O tal vez hoy estás libre de papeleo? - Pregunté con una sonrisa encantadora en mi rostro. A menudo se solían malinterpretar mis intenciones con las mujeres, algunos podrían pensar que coqueteaba con ellas, pero estaba lejos de éso. No tenía apenas interés en el sexo femenino. Ya lo había tenido, y por desgracia me lo habían arrebatado.

Reí ante lo dijo la chica. - Fíjate, ni siquiera me había dado cuenta. Así que Elizabeth... Es un bonito nombre. - Dije, recordando como en el pasado había llegado a conocer unas cuantas mujeres con ése nombre. - ¿Eres de aquí, Elizabeth?  - Pregunté, curioseando en la vida de la joven.

OFF: 1000 perdones por la espera. Ahora que estoy más libre tardaré menos en responder >.<

Rio al escuchar como el joven señala que quiere conocer la fauna de acá.- Para eso debes venir mas de noche y un viernes o sábado… durante los otros días, es tan desierto como esta ahora- le digo dándole el dato por si quería conocer a alguien, como lo había dado a entender. Pero su siguiente pregunta me dejo algo extrañada, lo quedo mirando sin saber que decir- Pues… me debes haber visto por el hotel, no se si nos hayamos conocido antes, provengo de Rusia- le digo pues aunque siento que también he visto al joven, dudo que nos conozcamos, llevo poco tiempo en el hotel y la verdad que es normal ver a los clientes del bar nuevamente en Paris o en otros lados del hotel.- Puede ser que sea eso- complemento a su comentario sobre que únicamente eran imaginaciones de el sobre conocernos.

Les he dado el día libre, también merecen descansar, además como hay poca gente me puedo encargar yo sola- le digo sonriendo ampliamente, pues me gusta darle e día libre a mis compañeros, para que descansen y estén descansados para los días de estrés.- Y también ese hecho, que estoy libre del papeleo agotador- comento con una risa inocente en mis labios.

Sonrió cuando me dice que es un bonito nombre Elizabeth.- todos me dicen Beth o Liz, así que ahí tu ve- le digo para que se toma la libertad de llamarme como quisiera el. Niego con la cabeza cuando me pregunta si era de acá.- Provengo de Rusia, aunque no tenga cara de ser de por ahí- comento riendo.- ¿tu?- pregunto esperando que no se molestara por mi intromisión.