Cena de Subasta (James y Elizabeth)

Había ganado la subasta de James, por suerte, de seguro que si hubiera ganado mi hermana, hubiera hecho preguntas que le hubieran sido incomodas para el vampiro, por lo que era un alivio que ganara, además es una excusa mas para estar con el. Es casi irreal que nos volviéramos a encontrar, por lo que busco aprovechar cada momento para estar con el, disfrutar su compañía y saber que no se ira mas de mi lado.

Se que nuestro pasado es algo delicado, y que ambos tratamos de remediar las cosas por las que nos separamos, y esta cena es una de esas oportunidades, poder estar juntos, sin interrupciones. Voy con un vestido sencillo y me dirijo al restaurante en cual me encuentro en una mesa con flores rojas y con nuestros nombres mas un pequeño letrero de “reservado” entre los cubiertos. Sonrió levemente y me dedico a oler las flores, pues al parecer el vampiro no había llegado a la cena.

Al fin había llegado el día de mi cita con Beth. No sabía cuantos días habían pasado, ni tampoco me importaba, finalmente había llegado el momento. Estaba realmente excitado y con una curiosidad creciente en mí, me preguntaba que era lo que habrían preparado para nosotros.  Que Beth fuera quien ganó la subasta me alegraba enormemente,  era con quien realmente quería estar. Una cita con otra persona... No la disfrutaría ni la mitad que una con ella.

Tras ver que se acercaba la hora, me vestí con un traje negro, con una corbata también negra y camisa blanca. El atuendo habitual para una cena de ese estilo. Después de ello salí hacia el lugar donde se nos había indicado. Me preguntaba que me depararía la noche y que nos habrían orrganizada. Esperaba que nada demasiado extravagante...


Entré al local y me dirigí a nuestra mesa reservada. - Disculpa la tardanza. - Dije con una mueca en mi rostro al observar que ella ya estaba allí, oliendo las flores colocadas sobre la mesa. - ¿Te he hecho esperar mucho? - Pregunté, esperando que no fuera así. - Por cierto... Estás preciosa. - Dije acariciándole la mejilla tras examinarla durante un momento. Ella era preciosa, siempre lo estaba, pero aquel día brillaba con luz propia.

Sigo oliendo las flores disfrutando ese aroma, pues dejan claro que estaban mas que frescas, además, le dan un toque romántico a todo esto lo que me encanta de sombre manera, quizás a esta altura mucho sabían que algo pasaba entre James y yo, pero todos sabían que habia una atracción mutua y después de aquella cita en la torre, ambos dejamos claro que seguían los sentimientos antes de su huida.

Sonrió al escuchar la voz de James disculpándose por la tardanza, que únicamente había sido de unos segundos, lo que yo me demore en apreciar la mesa y oler las flores. Niego con la cabeza ante su pregunta sobre si es que me había hecho esperar mucho, lo que no era asi. Me acerco a el sintiendo su mano helada en mi mejilla, escuchando en que me veía preciosa.- Tu tampoco te ves mal James… te ves muy atractivo de traje- le digo sonriendo ampliamente mientras me acerco a el para robarle un pequeño beso de la mejilla.

Beth se encontraba oliendo unas flores cuando llegué. Estaba radiante. Bueno... Ella siempre lo estaba, fuera como fuese.Esperaba no haberla hecho esperar demasiado, quizás había llegado un poco más tarde de la hora, pero Beth no dijo nada, tan solo negó con la cabeza, por lo que supuse que no habría sido demasiado tiempo.

Sonreí pícaramente tras el beso de Beth. - Gracias. Tenía miedo de aparecer hecho un desastre. - Dije bromeando. Yo no solía ir tan elegante normalmente, me gustaba más ir cómodo, a mi estilo. Aunque bueno, siempre había excepciones como ésa. - Será mejor que nos vayamos sentando... - Dije dirigiéndonos hacia la mesa. El restaurante parecía que era aquella noche enteramente para nosotros por lo que se veía, tan solo los camareros estaban allí. La mesa estaba adornada con rosas y velas, todo era muy bonito de ver. - Permíteme. - Dije, cuando llegamos a la mesa, ayudando a Beth a sentarse como haría un caballero de mi época. - Tenía ganas de que llegara esta noche... Aunque no perdonaré fácilmente que tu hermana me robara otra cita contigo. - Bromeé riendo. Realmente Amelia era una joven curiosa.

Me encanta esa sonrisa que me daa el vampiro cuando le doy el beso, esa sonrisa que demuestra que tiene mucho amor por mi, que todo es posible. mas cuando le digo que se ve bien, una leve risa sale cuando me dice que tenia miedo de ser un desastre.- Nunca seras un desastre James, me gusta como eres, sea elegante o informal- le digo sonriendo levemente antes de robarle otro beso de los labios para irme a sentar con la ayuda de James.

Asiento cuando me dice que nos vayamos a la mesa, con una sonrisa de oreja a oreja, no puedo ocultar la felicidad que me da James a estar a mi lado. Sonrío al notar como James me ayuda a sentarme como un caballero de su época.- ¿Esas costumbres no se pierden?- digo cuando veo que el ya estaba sentado frente mio mientras me acomodo la servilleta en mi regazo. Escucho como me dice que no perdonara a mi hermana por haber ganado la otra cita.- Pero aun asi estamos aca juntos, disfrútalo asi…-le digo con una sonrisa calmada mientras mi mano se dirije a la de el dándole un leve tacto en el dorso de esta, con la intención que no se enoje por el triunfo de mi hermana.

Sonreí ante el comentario de Beth, sin embargo dije. - Supongo que sí, pero nunca acierto a escoger el vestuario adecuado para estas cosas. Aunque hoy no desentono demasiado. - Sonreí de lado a lado. Realmente no me imaginaba tener que adaptarme a la ropa dentro de 100 años, en 100 años el vestuario había cambiado en tantas ocasiones que prefería ni pensarlo. Aún había ocasiones que la ropa se me quedaba un tanto anticuada. Beth me robó un poco por sorpresa un beso el cual correpondí. Sonreí y dije acariciándole la mejilla. - Que dulce eres Beth. - El pecho se me llenaba cuando estaba con ella. No había más.

Nos dirigimos a la mesa la cual teníamos reservada, y le ayudé a sentarme. Reí ante el comentario que hizo Beth sobre mi acto. - Supongo que sigo siendo un antiguo. Pero hay costumbres que es mejor no perder. - Contesté. Acto seguido de decir ésto me senté yo también.  Los camareros comenzaron a traer la cena en cuanto nos sentamos. La rapidez que tuvieron me sorprendió ligeramente. Después de éso Beth trató de reconfortarme con el tacto de sus manos. Sonreí, y dije. - Realmente no estoy enfadado con tu hermana. - Reí al decirlo. Beth tal vez había pensado que la derrota me había molestado. - Parece una chica casi tan competetiva como yo... Pero bueno, no tengo mal perder. - Dije sonriendo. - La próxima vez cambiarán las tornas. - Mi sonrisa de picardía seguía ahí. La siguiente vez no me dejaría vencer tan fácilmente. Los camareros viniendo con las bebidas. Yo por suerte tenía sangre, no iba a preguntar la procedencia pero suponía que sería robada de algún banco de sangre. La sangre humana no tenía ni comparación a la de animal, sin embargo yo me negaba a tomar sangre humana por mi cuenta. Pero ocasiones especiales... Di un breve sorbo, y dije. - No imaginaba una velada mejor. Realmente se esfuerzan en estos eventos, ¿no crees? - Sonreí ligeramente mientras lo decía.

Rio cuando James me dice que ahora no estaba desentonando con su atuendo, la verdad que me encanta como se ve de terno  y corbata, es tan de el…. Es como de su época. Creo que tú te ves bien así, soy yo la que esta desentonando con este vestido - comentó con risa antes de sentir como el chico me da una caricia en la mejilla por mi beso, el cual se lo había robado con ternura.

Nos sentamos, yo con ayuda del vampiro, quedando frente a frente. Le dedico una sonrisa mientras  comento sobre su ayuda, pero su comentario que es mejor no perder aquella costumbre de su época es algo que no le conviene perder.- Estoy de acuerdo contigo, te hace ver mucho más caballero, lo que me encanta.- comento sonriendo antes de ver cómo nos traen los platos.  Asiento cuando el vampiro me dice que parece que mi hermana es una mujer competitiva como el, lo que es verdad, había acertado de todas maneras.- Pero como tú dices, ella también sabe perder. Además…. Aun así tuvimos la cita ¿no?- comento sonriendo de la misma manera que él, con picardía. Se notaba que hay una tensión amorosa entre nosotros, pero esa tensión la podría describir más como una química agradable a una tensión molestosa. Tomo un poco de vino observando como él hace lo mismo.

Asiento cuando me dice que mi jefe,  Demian si se esforzaba en estos eventos, pues es obvio que era verdad… de seguro que el vino de James no era del todo vino. Pero tampoco le iba a preguntar, sé que a él le molesta el hecho que él sea un vampiro.- En eso tienes razón, Demian se esfuerza mucho en todo esto… es perfecto.- le digo sonriendo

Off: lamento la demora