Cena de Subasta (Elizabeth y Amelia)

Estaba emocionada por la cena que tendría con mi hermana en la azotea, el hecho que nos ganáramos las subastas mutuamente era genial, lo que significa que si estamos conectadas y que queremos estar juntas. Ademas, después de nuestro encuentro en la cocina, no habíamos tenido mucho tiempo para sentarnos a conversar de la vida o de otras cosas, pues el factor James ahora estaba en la lista de cosas que debía contarle a Amelia.

Me visto semiformal y me dirijo al lugar indicado sin pasar por mi hermana, esperando que ella ya se encontrara en el lugar o algo por el estilo. No necesitábamos mucho lujo, con un poco de vino blanco estaríamos mas que bien entre las dos. Pues no habría nadie que nos molestara ni nada por el estilo. Lo que agradecía de sobremanera. Ya en la azotea veo que mi hermana aun no llegaba, por lo que me dedico a mirar la mesa y los decorativos que esta posee que no tiene nada de romántico, al contrario, se nota que se preocuparon de que era una cena familiar.

Había ganado la subasta de Eli y viceversa, una sonrisa se dibujaba en mi rostro al recordar la cara de James. En fin, me alegraba poder estar a solas con mi hermana, después de tanto tiempo era algo que consideraba necesario puesto que aun habían cosas de las que no hablamos como todos los males que ocurrieron y el camino que perdí. Este lugar y momento podría ser el indicado para contarle todo, para dejar de darle vueltas pues ya no quería seguir con esto dentro de mi, ya no quería seguir de una u otra forma guardarme este sentimiento solo para mi pues solo me lastimaba de una forma que no podia describir.

Lo que había decidido utilizar era algo muy simple y casual pues es mi hermana con la que cenare y le tengo demasiada confianza para que me vea de la forma mas desarreglada, crecí con ella y tal vez hoy los secretos desaparecieran entre ambas por una buena vez.

Al llegar al lugar veo a Eli, como siempre tan puntual y tan hermosa como solo ella podia serlo, me acerco y la abrazo –Hola hermana– una gran sonrisa se encontraba plasmada en mis labios –Espero no tengas mucho tiempo esperando ¿nos sentamos?–

Quizás debía de ser tan puntual como siempre lo soy, pues es difícil intentar que los humanos sean puntual como yo…… y si soy una persona impaciente, por lo que es difícil que podamos concordar con ese tema, aunque estamos hablando de mi pequeña hermana, por lo que en teoría esta todo perdonado. Ella podria llegar muy tarde y aun asi le voy a perdonar.

Siento como llega mi hermana de manera casual a la azotea, lo que se produce en mi una inmediata sonrisa.- ¿Cómo estas pequeña?- le digo sonriendo antes de darle un beso en la mejilla de manera de saludo. Escucho cuando se disculpa levemente por la hora, pero la verdad que no hay nada que perdonar tratándose de mi hermanita querida.- Para nada…. Recién he llegado, venga si sentémonos- le digo sonriendo aceptando su proposición de sentarnos en la hermosa mesa que estaba preparada para nosotras.

Le había dado vueltas a este momento desde que recibí la noticia de la cena con mi hermana, mil ideas, imágenes, mil cosas pasaron por mi mente pero, tenia en claro una cosa: no quería seguir ocultándole cosas a mi hermana. Esta cena nos ayudaría mas, me abriría con ella totalmente solo que necesitaba que el momento se diera pues no creo que fuera muy indicarlo simplemente decirlo como si de cualquier cosa se tratase, tenia que esperar, ser paciente y cuando fuera indicado abrirme a ella, después de todo es mi hermana.

–Estoy bien ¿y tu que tal?– me relajo un poco al escuchar que no llevaba mucho tiempo, conozco a mi hermana y se que no me diría si lleva mucho pero, esperaba que fuera cierto ya que dejarla esperar no era algo que me gustara bastante. Tomo asiento a la mesa observando el lugar –Debo de decir que esto se ve muy lindo, es claro que se esforzaron– digo con una gran sonrisa que dirijo a mi hermana.

Estoy emocionada por la cena, pues no tendría que pagar la cuenta o algo pro el estilo, además el lugar que escogió el dueño para nuestra cena es maravilloso, se puede apreciar Paris de una manera excelente, lo que me encanta. Se puede tener tranquilidad, pues de seguro que Demian se encargo para que nadie mas entrara a la azotea a menos que fueran los que nos atenderían. Nada de huéspedes que interrumpan o algo por el estilo, nada de ocultar quien soy, Amelia sabe ya quien soy…. O mas bien lo que soy, por lo que ya no hay nada que ocultar.

Sonrió cuando me pregunta como estoy yo y la afirmación que ella esta bien.- Me alegro que estés bien, pues yo excelente, entusiasmada con la cena- le digo sonriendo ampliamente mientras la sigo a la mesa, en donde ambas nos percatamos que habían dejado todo lindo y nada de romántico. Asiento con el comentario de mi hermana, pues literalmente me había leyendo el pensamiento.- Si, ha quedado hermoso, yo pensé que harían algo romántico o algo así, pues supuestamente son “citas a ciegas”- le digo haciendo señas con las manos al decir citas, pues dudo que alguien pensaría que nos ganaríamos la apuesta la una con la otra.

Paris se veía de forma tan hermosa en este momento, era una ciudad que me había dado sorpresa tras sorpresa, este lugar era mas de lo que solo aparentaba y se decía de este. Quería estar en un momento adecuado para poder pensar en todo y este era ese momento, las cosas comenzaban a darse y tal vez era el momento de pensar y compartir todas las cosas, no quería tener mas secretos si ella ya no los tenia conmigo. Ahora ya no estoy segura de querer volver a Rusia puesto que este es mi hogar ahora, este es mi momento de estar con mi familia y aprovechar todo el tiempo que podremos tener juntos.

No puedo evitar reír –Se con que cena estas mas entusiasmada– digo observándola y sonriendo recordando aquella noche de la subasta pues ella había peleado por cada una de ellas. –Además de que las citas a ciegas son cuando no conoces con quien te reunirás y nosotras siempre lo supimos así que… no es una cita a ciegas es mas bien una reunión familiar– me encojo de hombros con una sonrisa pues siempre era bueno estar con ella. –Eli… estoy lista para contarte todo lo que paso desde ese día– digo de forma repentina y la observo, estaba muy nerviosa, nunca me había sentido de esta manera desde aquel día, ni siquiera había vuelto a experimentar el miedo.

Escucho como mi hermana me dice que se notaba que yo estaba entusiasmada con esto de la cena, lo que es verdad, es tiempo para estar con mi hermana, lo que me encanta y lo agradezco de sobremanera. - Cualquier tiempo que tenga para estar contigo me encanta y me emociona Amelia- le comento antes de escuchar como me dice  que no es una cita a ciegas, dado que nosotras dos nos conocemos bien, no somos desconocidas. Mas bien es una reunión familiar.- Para que sea una reunión familiar debería estar Vincnet, pero bueno… es reunión de chicas- le digo sonriendo ampliamente dejando el tema de lado de nuestro hermano.

Me quedo algo callada cuando me dice que estaba lista para contarme que había pasado desde el día que había muerto. Doy un trago de saliva nerviosa, pues ahora sabría de sus propias palabras que había pasado.- Solo si te sientes lista Amelia, no quiero que me cuentes por contar, además puedo seguir esperando…. Pero si me quieres contar, soy toda oídos- le digo sonriendo dándole la mano en forma de apoyo y confianza, no quiero que se avergüence o le de miedo contarme la verdad.