Let it go (Auntum)

10 de enero

Me costó mucho hacer que la ángel caída aceptara mi propuesta de irnos de viaje aprovechando la temporada nevada del norte de América, Canadá. Aquellos pasajes nos llevarían con todo pago a un hermoso poblado de aquella zona en la cual, detrás de un maravilloso hotel una hermosa vista hacia un páramo nevado nos esperaba y no solo eso, si no que el poblado tenía una estación de teleférico que nos llevaría hacia la zona alta de la montaña de la cual nos podríamos lanzar en Ski.

Todo estaba preparado para los dos, pero había un problema que posiblemente a Auntum no le gustaría y es que este paquete solo contemplaba una habitación matrimonial con todo incluido. Un fin de semana completo para los dos. ¿Habrá sido alguien que piensa ayudarme? O es que esto será una treta del destino.

Dos escalas, el avión aterrizó en el aeropuerto internacional de Canadá y luego de allí una avioneta nos llevó hasta el poblado. Al bajarnos, un taxi nos esperaba junto a un guía turístico que mientras fuimos recorriendo las vías, nos fue explicando todo, desde restaurantes hasta lugares de esparcimiento y shows que se harían en este fin de semana. Era la estadía perfecta, pero no estaba seguro si la chica pensaría lo mismo.

El taxi se detuvo frente al hotel. Un chaperón nos abrió la puerta y luego descargo nuestros equipajes llevándolo a la Suit. –Gustas beberte una cocoa.- Le pregunte a la ángel invitándola a entrar al hotel e ir al restaurante antes de subir a la habitación, arreglarnos e ir al teleférico y pedir nuestro equipo. Una cocoa no sería un mal abre boca.

Al parecer la maravilla del lugar parecía gustarle mucho a Autumn. No era para menos. El ambiente era genial. Me gustaban los lugares fríos. Pero la nieve luciría mejor si estuviese teñida de color carmesí. Pero trataría de no hacer ningún acto bandalico aquí. Me lo había propuesto en lo que durasen estos días. Al interrumpir a la fémina. -Perfecto. Estamos en el norte. En Canada. Aquí seguramente sobran las tartas. Yo quiero una torta de queso.- La ultima vez la probé con helado y dios, que cosa mas divina. El primer dulce en mi vida sobre esta tierra que me ha gustado.

Cuando ya pasábamos por la puerta. Pude guiarme rápidamente por la acumulación de energía. -Es por allá.- Señale el lugar. -El plan de esta estadía es ir a skiar a la montaña. Comer y jactarnos como si fuéramos humanos. Disfrutar de una disco, tal vez. No se, turistear por aquí. Tomarnos fotos y. Eso.- Realmente solo había planeado ir a Skiar. Así que lo demás fue puro y buen invento.

Entramos al restaurante y en seguida un mesero nos detuvo. Pues nos vio cara de no tener dinero. Aquello me molesto y sentí como mis ojos brillaron en rojo intenso. Pero rápidamente me coloque mis lentes para no asustarle. -Somos clase VIP.- Casi le tiro la entrada en la cara. -Tenemos una estadía con todo pago y cuanto queramos. Así que me hace el favor de ubicarnos una buena mesa. No me importa si esta reservada y nos atiende como si fuéramos los reyes del mismísimo Egipto.- Y me falto agregarle que si no me obedecía me encargaría de dárselo de comer a Roanoak. El hombre se intimido y rápidamente nos guió. Abrió la silla de Autumn y yo me senté solo. Este nos dejo los menús y se retiro a esperar que pidiéramos. -Odio a los humanos que creen que tienen poder sobre nosotros cuando claramente somos superiores.- Le comente a Autumn mientras miraba la carta. Halle mi torta de queso y la tarta de fresa de ella. -Si esta el dulce que quieres.- le agregue para esperar que nos atendieran. Otra vez.