Cena de Subasta (Danielle y Amelia)

M e le quedo viendo unos segundos antes de sonreír de forma discreta — No quiero sonar como una aduladora pero… creo que eso es algo en lo que no debes esforzarte mucho, eres muy guapa a decir verdad — Ser modelo debe ser una cosa muy estresante, dejando detrás las marcas y los beneficios obvios — ¿Jamás acampaste? No, eso es inaudito, tendré una larga charla con Elizabeth — digo de forma muy teatral, como si en verdad eso fuera un pecado capital. — No importa si eres muy habladora, me gusta escuchar y esa es la mejor forma de conocer a alguien — Le sonrío de forma amable y verdadera a Amelia, de verdad me hace sentir bien no tener el rechazo propio de los prejuicios — Me harás sonrojar Amelia — digo divertida con una risita — Es una bendición entonces que hayas decidido quedarte, y no lo digo solo por mi, sino por Ely, ella te extrañaba demasiado —

Casi se me sale un grito de emoción, no es que sea una fanática a tope con eso de los Angelitos de Victoria Secret, pero soy una amante de la anatomía humana, y más de esas chicas tan bellas — ¿Por qué piensas eso? — No entiendo como alguien tan linda puede dudar de ella y su talento — Claro, de eso puedes estar segura, yo no soy de halagar a la ligera, no me gusta inflarle el ego a las personas — Sonrío complacida cuando hacemos el brindis y me refresca ese burbujeante líquido — ¿Empezamos a comer? — pregunto con una sonrisa tímida, no muchas veces controlo mi apetito y el saber que estoy frente a una modelo me pone nerviosa en ese tema.


Off: ¡Ok! Y no te preocupes que yo también me tarde

No puedo evitar sonreír por sus palabras ¿cuántas veces escuchaba eso? Muchas ¿cuántas eran de corazón? No lo sabia pero tenia en claro que la mayoría no podrían serlo pues adular a tu competencia o a modelos que no trabajaron contigo no era muy bueno. Este era un mundo toxico si no sabias manejarte con cuidado y elegir tus amistades –No te preocupes, no suenas como aduladora, suenas como alguien sincera y es algo que te agradezco– Todas usábamos una especie de mascara con la que jugábamos a tener una cara bonita pero ¿había algo mas? Si, por lo menos yo ocultaba varias cosas. –Entonces te divertirás mucho conmigo por que hablare y hablare– me encojo de hombros ante sus palabras –Suelo causar ese efecto– digo con un tono juguetón y de broma, a pesar de no haber pasado mucho tiempo con ella siento que es de las personas con las cuales puedo confiar. –Yo también la extrañe mucho–.

Me encojo de hombros –En realidad no creo que pueda desfilar con tanta gracia como ellas, ¿haz visto sus piernas? Son muy largas y las mías no. No lo se, tal vez solo son ideas mías–. Observo el cielo por un momento antes de asentir ante su pregunta –Por favor que muero de hambre– digo divertida –Buen provecho– digo antes de comenzar a comer. El silencio no dura mucho puesto que en seguida lo rompo –Por cierto ¿además de tus hermanos tienes a alguien mas? Y no me refiero a familia– digo con una sonrisa y le guiño antes de tomar otro bocado. Así era yo, me gustaba meterme en donde posiblemente no me incumbía, solo esperaba no molestarla.

L a Mijalkov menor es una persona realmente agradable para pasar el tiempo, me gusta su sonrisa amable y sincera aunque quizás tan tímida como la mía, pues no soy de ir por ahí sonriendo a diestra y siniestra - Pues me alegro de que tomes mi opinión en cuenta y que me creas porque soy completamente sincera con esto – digo con una enorme y cálida sonrisa. Me río de forma divertida con esa especie de advertencia por su manera de hablar, la cual no me molesta en verdad – Y yo escucharé y escucharé – digo con un guiño. Mi risa se vuelve algo juguetona tal como su comentario, en verdad que ese tipo de comentarios me divierten mucho y no les veo nada de malo - ¿Disfrutas entonces de hacer sonrojar a las personas? – pregunto con una ceja alzada – Los hermanos deben estar juntos – susurro con tono algo nostálgico, yo extraño mucho a los míos.

Sin sutilezas miro hacia sus piernas cuando las nombra y me quedo pensando unos segundos antes de buscar su mirada de nuevo – Bueno… creo que no tiene que ver con el largo de las piernas Amelia, más bien es el porte y creo que ese lo tienes de sobra, no es que te haya visto caminar mucho pero… podrías darme una muestra de tu caminar de pasarela – digo con una sonrisa divertida - ¡A comer entonces, buen provecho! – digo animada. Comienzo a comer la entrada que en realidad es muy rica y fresca, me agrada en el paladar su tacto, pero interrumpo mi degustación para atenderla a ella – Oh bueno… además de la amistad de tu hermana realmente no tengo a nadie más. Suelo ser… reservada y algunos dicen que difícil de tratar, pero es solo que soy muy desconfiada, he pasado por muy malas experiencias por dejar entrar a las personas incorrectas a mi vida y a la de mi familia – digo con la mirada baja, con una nostalgia que me permito tener solo unos segundos, no quiero arruinar la cena - ¿Crees que soy rara? es decir... ¿notas algo diferente en mi? – pregunto con curiosidad.

Sinceramente agradezco mucho de tener esta cena con Danielle pues puedo conocerla mucho mejor, puedo pasar mas tiempo con personas diferentes y alguien mas… real, no aquellas personas con las que tengo que convivir en mi trabajo pues en ese mundo los celos están a la orden del día ¿por qué? Tal vez sea que todas queremos destacar y ser tomadas como las mas lindas pero yo creo que, no solo es de tu cara sino de la forma que eres, la personalidad que te puede caracterizar frente a los demás, eso siempre vale mas. Le dirijo una sonrisa amable pues el hecho que escuche es bueno para mi porque a pesar de conocerla poco se que puedo confiar en ella, me da esa seguridad. Me encojo de hombros ante su pregunta –Solo a las personas que creo que son lindas, creo que un poco de color en sus mejillas resalta su belleza– puedo dar cumplidos a mis colegas pero nada fuera de lo ordinario. No digo nada, creo que dejar pasar el tema de los hermanos es lo mejor en este momento pues, no quiero que sea una noche nostálgica.

–Tal vez te pueda dar una demostración privada– le guiño un ojo. –Provecho– ella me da la comodidad de no tener que cuidar mil y un detalles sobre mis modales a la hora de comer aunque, existen cosas que no puedo olvidar esa es cuando vives mucho tiempo realizando lo mismo una y otra vez. –Bueno ahora tienes a alguien mas que no es mi hermana, me tienes a mi. Además creo que es bueno ser en ocasiones reservada…– si lo sabré yo ¿en cuantos problemas no me he metido por ser suficiente abierta? En muchos, demasiados si me pongo a pensarlo, no siempre las personas son buenas o son quienes necesitas. Algo raro o diferente –No entien… ¡oh!– ahora que lo pienso, mi hermana no es la única en este lugar que no es humana ¿Danielle tampoco o será? –¿Te refieres a no ser una humana común y corriente?– me falto agregar “como yo” pero creo que eso no era del todo necesario. Conforme pasa el tiempo me doy cuenta que solo soy algo pequeño en un mundo enorme.

Off: Lamento la demora :c

M i sonrisa entre timida y divertida aparece. Se que muchas veces mi hermana Dalia ha dicho que es raro verme sonreír pero con el tiempo eso ha cambiado, o será solo cerca de las Mijalkov, no lo se — ¿Y crees que yo soy de esas personas que se ven mejor con un poquito mas de color encima? — pregunto curiosa.

Aunque eso suena a proposición indecorosa lo tomo con gracia y asiento — Por mi encantada, tendré algo así como mi fantasía de ver un desfile de las Angelitas en vivo. Por cierto, para ir a uno ¿a quién le tengo que vender un riñón? — pregunto curiosa y bromista, me gusta crear un tema relajado con ella. La perspectiva de tener una nueva amistad en el Hotel es bastante agradable, mas porque siendo hermana de Ly ya tenía mi voto de confianza pero estarla conociendo por ella misma solo aumenta esa confianza que siento con ella — Gracias por eso Amelia, y... ya que estamos con un poco mas de confianza ¿puedo decirte Ame? — pregunto con una sonrisa juguetona y ligera — La privacidad es siempre útil, cada vez mas en este mundo — concluyo en cierto tono misterioso. Realmente no se cual debería ser mi conducta en cuanto al tema sobrenatural con ella, no se hasta que punto Ely quiere que ella sepa la verdad que la rodea, pero dejarle saber quien soy en realidad lo siento algo razonable, por lo que tomo una larga respiración mientras miro mi plato de la entrada ya casi acabado — N-no, a decir verdad... no lo soy. Yo soy diferente, nací con una naturaleza diferente a la tuya, diferente a la de Elizabeth — Levanto mi vista de nuevo a ella y trato de infundir tranquilidad en ella con mi mirada igualmente tranquila —¿Me creerías si te digo que soy algo muy parecido al video de esta chica colombiana... She wolf? — pregunto tratando de llevar el tema de una manera relajada.


Off: No te preocupes, yo también tarde, lo siento