¿Quién está en línea?
En total hay 2 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 2 Invitados Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 66 durante el Dom Abr 22, 2018 8:31 am
Anuncios
No hay anuncios disponibles.
Cocktails and conversation — {Soren B. Mäkelä}
Hotel LeBlanc :: Hotel LeBlanc :: Bar
Página 1 de 1. • Comparte
Cocktails and conversation — {Soren B. Mäkelä}
El bar era un ambiente en el cual Harper se sentía realmente cómoda. Allí no hacía falta que pretendieras ser algo que no eras, no estabas obligado a dar lo mejor de tí en pos de que los demás aprobaran tus acciones. Allí solo había lugar para el alcohol, algún que otro levante casual y si tenías suerte ganabas un poco de dinero fácil jugando a las cartas o al pool. Sin embargo este bar, uno de los ambientes más agradables dentro del castillo, si alguien le preguntase, era de lo más... Neutral. Harper no tenía otra palabra para describirlo. Era, en sí, un lugar tranquilo. Había una barra, varias mesas. También música llenando el amplio espacio de forma tal que apenas sí se distinguía entre los murmullos.
Dando un último vistazo, la joven entró y se sentó en una mesa para dos cerca de la barra. Tenía ganas de tomar algo que se acoplara con su humor. Ese día había estado con un pico de bipolaridad importante. Se había levantado toda sudada y con el corazón en la boca a causa de las pesadillas. Durante el día su humor fue mejorando al pasar casi todo el tiempo afuera. Pero al caer la noche volvió a sentir una nube sombría ceñirse sobre ella, como un denso recordatorio de lo que la esperaba apenas pusiera su cabeza en su almohada.
Con una mueca desafiante en su rostro, como retando a su subconsciente a que cumpliera su palabra, decidió que lo mejor para sumir ese macabro sentimiento sería adormecerlo con alcohol. Un mesero se acercó a su mesa, ofreciendo una cartilla, pero Harper declino la oferta, pidiendo un martini. Sabía que ese martini se multiplicaría por 8, pero no le importaba, necesitaba olvidarse de todo y todos, aunque fuera por un rato.
Dando un último vistazo, la joven entró y se sentó en una mesa para dos cerca de la barra. Tenía ganas de tomar algo que se acoplara con su humor. Ese día había estado con un pico de bipolaridad importante. Se había levantado toda sudada y con el corazón en la boca a causa de las pesadillas. Durante el día su humor fue mejorando al pasar casi todo el tiempo afuera. Pero al caer la noche volvió a sentir una nube sombría ceñirse sobre ella, como un denso recordatorio de lo que la esperaba apenas pusiera su cabeza en su almohada.
Con una mueca desafiante en su rostro, como retando a su subconsciente a que cumpliera su palabra, decidió que lo mejor para sumir ese macabro sentimiento sería adormecerlo con alcohol. Un mesero se acercó a su mesa, ofreciendo una cartilla, pero Harper declino la oferta, pidiendo un martini. Sabía que ese martini se multiplicaría por 8, pero no le importaba, necesitaba olvidarse de todo y todos, aunque fuera por un rato.
Invitado
Re: Cocktails and conversation — {Soren B. Mäkelä}
Estaba muerto. No literalmente, claro. Éso para un ángel era difícil. Pero aquel día me había esforzado demasiado en mi trabajo. A veces no me lograba a sorprender que hubiese ángeles que voluntariamente abandonasen su tarea. Estar siempre haciendo lo correcto acababa resultando demasiado... Repetitivo. Desde hacía ya tiempo, mis días se resumían en una sucesión de humanos incapaces de cuidarse por si mismos. También iba a culparles, así como nosotros estábamos ahí para "salvarles", también lo estaban los demonios para hacerles caer. Para mi suerte, el único encontronazo que tuve con un demonio peligroso de verdad fue hace mucho tiempo. Pocos demonios podían llegar a infundirme miedo, pero en esa ocasión lo tuve.
Parecía que solo tenía las noches para mí. Durante el día estaba demasiado ocupada salvando almas, y esas chorradas que no me quedaba remedio que hacer... Aquella noche no me apetecía salir, sin embargo tampoco me apetecía quedarme en mi habitación solo. Necesitaba algo de trato, ya fuese humano o no. Tenía que dejar de ser tan solitario, éso acababa resultando un problema. Pero tampoco quería arriesgarme a hacer amigos y ponerles en riesgo. Siempre me quedaba mi hermano.. Él por lo menos sabía cuidarse.
Bajé al bar. Aún era un poco pronto pero había algunas personas. Había una mesa con dos chicos bebiendo unas cervezas, tres chicos en otra mesa... Y una chica sola en otra mesa. ¿Había bajado sola? Tenía la impresión de que sí. Era humana, o al menos éso creía. Vaya... Una humana en un hotel para monstruos. Que curioso. Éso me hacía preguntarme que le había llevado ahí. Me acerqué al camarero y le pedí una cerveza No solía beber, pero así podría tener una excusa para sentarme con ella. Me acerqué a la mesa en la que se encontraba la chica y dije. - Hola, ¿estás bebiendo sola? - Dije sonriendo traviesamente. Algo me decía que lo mejor sería quedarme cerca de esa chica. ¿Por qué los humanos tenían esa afición de destruirse por dentro? En cualquier caso, algo pintaba con que no iba a ser lo único que bebiese esa noche. No podía descansar ni de noche. Cualquiera diría que era Batman. - No creo que sea la mejor idea, ¿Qué vas a hacer si acabas borracha? Además, beber solo es muy aburrido. - Di un sorbo a mi cerveza tras decir éso. Me parecía gracioso que los humanos adorasen la cerveza. A mí no me parecía nada del otro mundo.
Parecía que solo tenía las noches para mí. Durante el día estaba demasiado ocupada salvando almas, y esas chorradas que no me quedaba remedio que hacer... Aquella noche no me apetecía salir, sin embargo tampoco me apetecía quedarme en mi habitación solo. Necesitaba algo de trato, ya fuese humano o no. Tenía que dejar de ser tan solitario, éso acababa resultando un problema. Pero tampoco quería arriesgarme a hacer amigos y ponerles en riesgo. Siempre me quedaba mi hermano.. Él por lo menos sabía cuidarse.
Bajé al bar. Aún era un poco pronto pero había algunas personas. Había una mesa con dos chicos bebiendo unas cervezas, tres chicos en otra mesa... Y una chica sola en otra mesa. ¿Había bajado sola? Tenía la impresión de que sí. Era humana, o al menos éso creía. Vaya... Una humana en un hotel para monstruos. Que curioso. Éso me hacía preguntarme que le había llevado ahí. Me acerqué al camarero y le pedí una cerveza No solía beber, pero así podría tener una excusa para sentarme con ella. Me acerqué a la mesa en la que se encontraba la chica y dije. - Hola, ¿estás bebiendo sola? - Dije sonriendo traviesamente. Algo me decía que lo mejor sería quedarme cerca de esa chica. ¿Por qué los humanos tenían esa afición de destruirse por dentro? En cualquier caso, algo pintaba con que no iba a ser lo único que bebiese esa noche. No podía descansar ni de noche. Cualquiera diría que era Batman. - No creo que sea la mejor idea, ¿Qué vas a hacer si acabas borracha? Además, beber solo es muy aburrido. - Di un sorbo a mi cerveza tras decir éso. Me parecía gracioso que los humanos adorasen la cerveza. A mí no me parecía nada del otro mundo.
Soren B. Mäkelä
Re: Cocktails and conversation — {Soren B. Mäkelä}
Lo primero que noté de aquel sujeto fueron sus ojos. Eran curiosos y a su vez con un aire de autoridad en ellos. Parecía el hermano mayor que nunca tuve. Y uno muy guapo, a decir verdad. Fuera del aspecto físico, su voz evidenciaba cierta ironía. Como si no fuese la primera vez que hiciera de chaperon.
Lo mire con una ceja alzada, relamiendo mis labios tras probar mi martini -muy bien preparado- y acomode mi cabello en un gesto de puro desinterés.
-¿Esa es tu mejor línea? Porque déjame decirte que tendrías que trabajar más en eso, así sólo ahuyentaras a las chicas en vez de atraerlas -patee suavemente la silla libre, a la espera de que captara la invitación y, para mi alegría, se sentó sin vacilar.
Nos quedamos bebiendo en un silencio que no pude catalogar; no era incómodo, tampoco tenso. Pero mi curiosidad era tan evidente como la suya. Podía imaginar como varias preguntas se enredaban en su lengua.
Por mi parte, intentaba darle sentido a sus palabras iniciales.
-¿Tienes algúna idea de cómo hacer de esta noche una menos aburrida? -sonriendo de forma conspiratoria, me terminé el martini y llamé al mesero para que me trajera otro con más aceitunas.
Lo mire con una ceja alzada, relamiendo mis labios tras probar mi martini -muy bien preparado- y acomode mi cabello en un gesto de puro desinterés.
-¿Esa es tu mejor línea? Porque déjame decirte que tendrías que trabajar más en eso, así sólo ahuyentaras a las chicas en vez de atraerlas -patee suavemente la silla libre, a la espera de que captara la invitación y, para mi alegría, se sentó sin vacilar.
Nos quedamos bebiendo en un silencio que no pude catalogar; no era incómodo, tampoco tenso. Pero mi curiosidad era tan evidente como la suya. Podía imaginar como varias preguntas se enredaban en su lengua.
Por mi parte, intentaba darle sentido a sus palabras iniciales.
-¿Tienes algúna idea de cómo hacer de esta noche una menos aburrida? -sonriendo de forma conspiratoria, me terminé el martini y llamé al mesero para que me trajera otro con más aceitunas.
Invitado
Re: Cocktails and conversation — {Soren B. Mäkelä}
En otra situación me habría resultado incomodo, e incluso aburrido tener que detener a una humana para que no acabase mal parada a base de tanto alcohol, sin embargo en vista de como estaba la noche, seguramente fuese lo más divertido que podría hacer allí. Tal vez, incluso, consiguiese charlar un poco con ella y descubrir más acerca de... Bueno, de ese hotel tan extraño.
Sonreí al escucharla, y acto seguido me senté junto a ella. Vaya, yo que siempre me había pensado que era un as con la palabra... Pero según ella, no conseguiría nada de esa forma.- Al cuerno mi técnica para seducir a las chicas. - Sonriendo de oreja a oreja continué. - A mí que siempre me había funcionado... Pero bueno, hará falta algo más para convencerte a ti. - Comenté encogiéndome de hombros, como si fuera algo que no me supusiese ningún problema.
Con una sonrisa traviese, contesté. - Se me ocurren unas cuantas... Aunque ahora que estoy yo la noche te resultará menos aburrida. - No trataba de ligar con ella, si era éso lo que suponía. Los ángeles no podíamos permitirnos hacer éso, rara vez podíamos acercarnos a las personas de esa formas. Para los humanos era peligroso relacionarnos con nosotros, ya que de esa manera serían el punto de atención para los demonios. Haciendo una mueca y bebiendo después de mi bebida, dije. - Me llamo Soren, por cierto. ¿Quién eres tú? Me sorprende encontrar una chica así tan sola y rodeada de martinis. - Tenía suerte de poder controlar que la chica no saliese corriendo. Lo del control de las emociones a veces resultaba útil, me resultaría más sencillo convencerla de que no siguiese bebiendo. - Seguramente podrías estar haciendo mil cosas mejores una noche como ésta, París es muy grande. - Comenté, intentando averiguar si estaba en lo cierto.
OFF: 1000 perdones de verdad. Pensé haberte respondido el tema hace mucho pero por alguna razón no se posteó :'))
Sonreí al escucharla, y acto seguido me senté junto a ella. Vaya, yo que siempre me había pensado que era un as con la palabra... Pero según ella, no conseguiría nada de esa forma.- Al cuerno mi técnica para seducir a las chicas. - Sonriendo de oreja a oreja continué. - A mí que siempre me había funcionado... Pero bueno, hará falta algo más para convencerte a ti. - Comenté encogiéndome de hombros, como si fuera algo que no me supusiese ningún problema.
Con una sonrisa traviese, contesté. - Se me ocurren unas cuantas... Aunque ahora que estoy yo la noche te resultará menos aburrida. - No trataba de ligar con ella, si era éso lo que suponía. Los ángeles no podíamos permitirnos hacer éso, rara vez podíamos acercarnos a las personas de esa formas. Para los humanos era peligroso relacionarnos con nosotros, ya que de esa manera serían el punto de atención para los demonios. Haciendo una mueca y bebiendo después de mi bebida, dije. - Me llamo Soren, por cierto. ¿Quién eres tú? Me sorprende encontrar una chica así tan sola y rodeada de martinis. - Tenía suerte de poder controlar que la chica no saliese corriendo. Lo del control de las emociones a veces resultaba útil, me resultaría más sencillo convencerla de que no siguiese bebiendo. - Seguramente podrías estar haciendo mil cosas mejores una noche como ésta, París es muy grande. - Comenté, intentando averiguar si estaba en lo cierto.
OFF: 1000 perdones de verdad. Pensé haberte respondido el tema hace mucho pero por alguna razón no se posteó :'))
Última edición por Soren B. Mäkelä el Jue Dic 08, 2016 1:50 am, editado 1 vez
Soren B. Mäkelä
Re: Cocktails and conversation — {Soren B. Mäkelä}
Me tomé mi tiempo con mi trago, escuchando con atención lo que decía. Dos cosas eran obvias: la primera, no había aceptado la invitación para un posible flirteo. La segunda, parecía un padre regañando a su hija; lo que le arrancó una sonrisa.
Por supuesto que París era grande; por supuesto que había millón de cosas más divertidas -y productivas- Para hacer que andar bebiendo, pero hacía mucho que no optaba por lo lógico y me iba por las ramas.
—¿Una chica así? Pero que tacto, Soren; hasta me has hecho sentir halagada —sonreí de forma juguetona, comiendome una aceituna. Luego estire mi brazo para estrechar la mano de quien al parecer acababa de atribuirse el título de niñero—. Me llamo Harper. Joven rebelde e incomprendida de día. Pero por las noches... También soy una joven rebelde e incomprendida.
Nos miramos por unos instantes. Podía sentir algo en el ambiente, algo curioso y agradable. El chico no tenía que esforzarse por caer bien. Con aquella deslumbrante sonrisa a cualquiera conquistaba.
—Y dime, ¿cuales serían algunas de esas ideas? Más vale que vayas cantando o me terminare durmiendo aquí abrazada a mi martini. —acaricie el borde de la copa con la yema de mi dedo, produciendo un sonido agudo.
Por supuesto que París era grande; por supuesto que había millón de cosas más divertidas -y productivas- Para hacer que andar bebiendo, pero hacía mucho que no optaba por lo lógico y me iba por las ramas.
—¿Una chica así? Pero que tacto, Soren; hasta me has hecho sentir halagada —sonreí de forma juguetona, comiendome una aceituna. Luego estire mi brazo para estrechar la mano de quien al parecer acababa de atribuirse el título de niñero—. Me llamo Harper. Joven rebelde e incomprendida de día. Pero por las noches... También soy una joven rebelde e incomprendida.
Nos miramos por unos instantes. Podía sentir algo en el ambiente, algo curioso y agradable. El chico no tenía que esforzarse por caer bien. Con aquella deslumbrante sonrisa a cualquiera conquistaba.
—Y dime, ¿cuales serían algunas de esas ideas? Más vale que vayas cantando o me terminare durmiendo aquí abrazada a mi martini. —acaricie el borde de la copa con la yema de mi dedo, produciendo un sonido agudo.
Invitado
Re: Cocktails and conversation — {Soren B. Mäkelä}
Bebí de mi cerveza mientras miraba a mi compañera. Ésta parecía tan juguetona que casi me recordaba a una niña pequeña a la que todo le da curiosidad, y todo logra sorprender. La chica era guapa, no era algo que pudiese negar. Una pena que no tuviese tiempo para andar de chicas, pero éso no quitaba lo otro, por ello dije. - Harías mal si no te sintieras halagada. - Dije con una ligera sonrisa. - En fin, encantado de conocerte Harper, joven rebelde e incomprendida a jornada completa. - Comenté riendo. - Una pena que nadie te comprenda, no hay nada peor que éso. - Comenté profundizando, aunque sonriendo de oreja a oreja dije. - Por éso no hay quien aguante a los adolescentes. - Tenía suerte de no haber tenido que atravesar esa etapa de vida. En cierto modo, cuando desperté no había más recuerdos. Era tal y como soy ahora, y nada ha cambiado desde entonces.
Sonreí divertido mirándola, y dije, en cierto modo vacilando. - Si querías algo a lo que abrazar, solo tenías que habérmelo dicho. - 'Curiosa chica', pensé. Después, con un fingido gesto de estar pensando. - Veamos... Que podemos hacer para que Harper no se aburra. - Todavía con ese gesto, continué diciendo. - Hmmm... ¿Qué tal si te invito a un concierto privado?, ¿O a un recital de poesía? Éso es inmensamente divertido.Y no implica alcohol. - Pregunté bromeando. Intrigado, pregunté con una sonrisa entre dientes.- O sino, dime... ¿Qué es lo que más te apetece ahora mismo? - Tenía curiosidad por saber que contestaba. No iba a negar que la joven me llamara la atención, en cierto modo. No sabía en cual, pero su actuación me resultaba divertida.
OFF: Perdón perdón perdón! :c
Sonreí divertido mirándola, y dije, en cierto modo vacilando. - Si querías algo a lo que abrazar, solo tenías que habérmelo dicho. - 'Curiosa chica', pensé. Después, con un fingido gesto de estar pensando. - Veamos... Que podemos hacer para que Harper no se aburra. - Todavía con ese gesto, continué diciendo. - Hmmm... ¿Qué tal si te invito a un concierto privado?, ¿O a un recital de poesía? Éso es inmensamente divertido.Y no implica alcohol. - Pregunté bromeando. Intrigado, pregunté con una sonrisa entre dientes.- O sino, dime... ¿Qué es lo que más te apetece ahora mismo? - Tenía curiosidad por saber que contestaba. No iba a negar que la joven me llamara la atención, en cierto modo. No sabía en cual, pero su actuación me resultaba divertida.
OFF: Perdón perdón perdón! :c
Soren B. Mäkelä
Hotel LeBlanc :: Hotel LeBlanc :: Bar
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.