Did I tell you that I have a goddaughter? | Vladimir & Katherine

No se como vaya a terminar todo esto. Hoy había sacado a la pequeña Katherine a un paseo por la ciudad, creo que sus padres tenían cosas que hacer, y pasar tiempo con ella es magnifico. Ahora se que puedo controlar mi sed con ella, que no es un pequeño bocadillo andante, todo lo contrario. Ahora se que la puedo proteger de lo que sea, por lo que salir con ella ahora no me da miedo como antes. Quizás ahora de vampiro tengo mas confianza en mi misma o algo por el estilo. No sabría describirlo bien, pero se que puedo cuidarla. Al menos eso lo puedo hacer sin problemas algunos.- ¿Te gustan los helados Kathy?- le digo tomándole de la mano a Kath mientas caminamos por las calles de Paris, hoy es un día nublado, por lo que podemos salir sin problemas, únicamente igual ando con lentes de sol, aunque este nublado puedo sentir el sol dañándome levemente la piel, pero dentro de todo me gusta el dolor que este provoca, siento un leve calor recorrer mi cuerpo recordándome a la vieja Mia.

- Venga vamos por uno- digo agachándome ha su altura para tomarla en brazos para poder entrar a la tienda de helados y buscar un helado para ella y uno para mi. Salimos de la tienda sin problema alguno, sin incidentes por la presencia de humanos o una quemadura accidental de parte de la pequeña. Me encanta pasar tiempo con ella así que esto es perfecto según yo.

Con todo el asunto de ayudar a Roxanne con sus planes y al mismo tiempo proteger a las mellizas me encuentro bastante distraído, bastante desconcentrado irónicamente. Por esa razón decido darme la tarde de descanso por decirlo de alguna forma. Mia no estaba en el Hotel y no quise ser un novio posesivo y cargante, por lo que solo le mande un mensaje para que supiera que estaría fuera de Hotel y que esperaba verla al anochecer, creo que tengo cierta dependencia a su presencia a mi lado.

Dar un recorrido por las zonas turísticas no era algo de lo que tuviera ánimos, por lo que acabe mas bien en una zona mas de los habitantes regulares. Las mezclas de aromas de tantos humanos resulta agradable hasta cierto punto, menos mal que apenas hace unas noches me di un festín o de lo contrario estaría pasandolo mal. La cursi y mundana idea de comprarle algo a Mia pasa por mi mente cuando miro un centro comercial y entro solo por curiosidad de ver qué opciones me dan. Minutos apenas dentro del recinto siento un aroma conocido, muy conocido y de inmediato busco a su origen, para encontrarme una imagen que me confunde enormemente, Mia con una pequeña rubia en brazos, una rubia que huele de cierta forma parecido a ella cuando era humana y mis alarmas se encienden, quedandome a unos metros de ellas, congelado.

Estoy de paseo con mi madrina después de tanto tiempo, amo pasar tiempo con ella, mis padres tenían un compromiso importante que hacer y nada mejor que pasar el día con mi madrina. Estamos caminando por las calles de parís todo es totalmente diferente a donde yo vivo que es Estados Unidos son dos países totalmente distintos. Sonrió al escuchar preguntarme si me gustan los helados y por supuesto que si, me encantan. - Me encantan los helados - conteste sonriendo mientras daba saltitos.

Me alegre mucho mas cuando le escuche decir que íbamos por unos helados  - Sii - dije en los brazos de ella. Me pone muy feliz ir por un helado ya que me estaba dando hambre y nunca me niego cuando me ofrecen un helado, no tan solo por ser uno de mis postres favoritos también porque son deliciosos. Entramos a la tienda para comprar dos helados uno para mi y otro para ella. Salimos de la tienda sin problemas aunque pude notar que el cielo estaba nublado algo que me encanta porque muchas veces comienza a hacer frió.

Admito que estar con la pequeña Katherine me deja desconectada de mis problemas, preocupaciones y de la sed que podría sentir por los humanos que están a mi alrededor. Me deja contenta poder salir nuevamente a la ciudad como antes. Sonrió cuando la pequeña rubia me dice que si le gustan los helados.- Pues… vamos por uno - le digo con el mismo entusiasmo que ella me da a mi. La pequeña es un poco de alegría en mi vida, por lo que el hecho que haya vuelto al hotel me tiene mas que contenta.

Salimos de la tienda yo con ella en brazos dando un poco de gracias a que el sol se estaba cubriendo por nubes, pues el calor comienza a molestar un poco lamentablemente, aun así no me quito los lentes, intentando ser lo mas normal para la pequeña. Pero antes de poder seguir con nuestra caminata, quizás para ir al parque con la pequeña para poder disfrutar del helado y quizás unos juegos de por ahí, siento el olor de un vampiro que conozco bien. No me acuerdo haberle contado sobre Katherine, por lo que de seguro que se debe estar preocupando. A medida que sigo caminando siento que el olor se fortalece y veo a Vladimir en frente algo conejal do.- Vladimir, ¿qué haces tu por acá?- digo sonriendo dándole un pequeño beso en los labios como si fuera lo mas natural del mundo, uno corto antes de sonreírle a Katherine.

¿Vlad? ¿alguna vez te conté que tengo una ahijada?- pregunto dando señales obvias que se trataba de la pequeña que tengo en los brazos.

No suelo confiar en las personas, soy un maestro para mentir y es por eso que en general reconozco a los mentirosos y Mia no entra como tal en la categoría, por lo que verla con una niña rubia, del mismo tono de rubia que ella, con un aroma bastante parecido al de ella antes de la conversión, me hace sentir en un mar de confusión. No me muevo del sitio, mirando como ambas mujeres se van acercando de forma inconsciente o eso es lo que creo, pero es raro que Mia camine justo hacia mi habiendo tanto camino libre a mi alrededor, lo cual me hace pensar que quizás sigue mi esencia, que me reconozca ya de esa forma es un gran avance.

- Yo... necesitaba, yo - balbuceo sin recordar bien el fin de estar en un sitio lleno de humanos. No me parece un dato tan interesante como el que ella trae en brazos literalmente. No correspondo el beso que dura apenas un segundo, sino que mi mirada se clava en la pequeña rubia a la que veo con seriedad hasta escuchar de quién se trata. No soy nada bueno con los infantes, pero intento no verme tan tenso y suspiro negando - Es un dato que omitiste no se si de forma consciente, pero mejor ahora que nunca - digo con una mirada corta a Mia antes de volver a la niña - ¿Cómo se llama? ¿cómo es que es tu ahijada y está aqui ahora mismo? - pregunto casi de forma atropellada - Se... se parece a ti -

Todavía seguimos en el mismo lugar aunque por lo que noto nosotras dos no estamos solas, nos detuvimos en frente de un joven que parece ser un conocido de mi madrina. Aunque no me parece nuevo, ya que ella vive aquí e imagino que debe conocer mucha gente. Aunque me parece raro que ella le de un beso a alguien que no sea su novio o esposo, yo simplemente le sonreí a los dos y seguí pensando en mi cuento de hadas.

Levante mi mano para saludarlo pocos minutos después y quedarme callada durante toda la conversación, algo que amo demasiado en las conversación de personas adultas, estar en silencio. Comencé a jugar con mis manos haciendo un numero cinco que es mi edad para luego decirle hola al chico que estaba en frente de nosotras. - Hola - dije mirando al chico de enfrente sonriendo toda alegre.

Veo como mi ahijada saluda a Vladimir como si nada, como si se tratara de otra persona normal. Sonrió al ver como Kathy lo saluda como si nada. Hago una sonrisa hacia Vladimir cuando nos saluda, pero balbuceando un poco. De seguro que no sabia que yo tenia una ahijada, pues ese detalle lo tengo mas que guardado, no pensé que llegaría el día que Vladimir conociera a Kathy.

Asiento cuando me dice que había omitido el detalle de manera inconsciente o consiente..- Ella es mi pequeño secreto la verdad- digo sonriendo mirando a Kathy esperando que no se enojara que nos hayamos encontrado con el. Escucho como pregunta como se llama y todo eso. Únicamente contesto la segunda pregunta, esperando que mi pequeña contestara la primera.- Pues, sus padres no estaban así que salimos por un helado aprovechando que el sol no esta muy fuerte- digo haciendo referencia a lo que hicimos un poco antes de encontrarnos con el vampiro.

Si, de hecho es como era yo- le digo de susurro mirando a Kathy de reojo esperando que Vladimir entendiera que ella es una hechicera como yo, dominante del fuego.

La pequeña se nota tan relajada e indiferente a la presencia de un completo extraño que me sorprende, pero creo que tiene mucho que ver con el hecho de que los niños en general son así, confiados y abiertos a conocer personas de la nada, inocentes ante la maldad que los rodea de forma constante y hablando de mi mismo no soy precisamente un alma caritativa y limpia, todo lo contrario. Es algo nuevo - Ya me doy cuenta de eso, y... haces bien, es buena protección - digo con ánimos de discutir por ese secreto, sus razones tuvo y al ver a la pequeña no puedo reprochárselo, se nota ese cariño mutuo entre las rubias.

Miro a la pequeña hacer el número 5 con sus pequeños deditos y mi gesto se ablanda del todo al escucharla - Hola, yo me llamo Vladimir ¿y usted pequeña damita? - pregunto extendiendo mi mano para que la tome y saludarla como todo un caballero de sus cuentos de hadas, los que supongo conoce, aunque de niños no se nada realmente. Miro de nuevo a Mia y asiento - Lo sé, lo percibí ¿cómo lo maneja? - pregunto de forma sutil esperando que la nena no me escuche, curioso ahora si, antes de regresar mi vista, bastante maravillado con la niña, es realmente bella, como una Mia en miniatura y esa idea se queda muy clavada en mi mente - ¿Me permiten acompañarlas a donde sea que vayan bellas damas? para mi sería un honor escoltarlas - digo todo en mi papel de caballero de brillante armadura, la nena no tiene porqué conocer mi naturaleza sombría.

- Katherine - contesto a la pregunta que el joven dijo, Vladimir como dijo que se llama. - Tienes un lindo nombre - dije en tono tierno con algo de inseguridad al pensar de que mi opinión no pueda gustarle. Abrazo a mi madrina con algo de miedo luego de decir lo del nombre, aunque no creo que sea nada malo lo que haya dicho aun así estoy con algo de miedo ya que no suelo decirle eso a personas que no conozco tan bien.

Sonrió tratando de decir que si a la pregunta de Vladimir la cual era si nos puede acompañar  a donde vamos a ir, miro a mi madrina esperando a que responda la pregunta mientras juego con mis manos esperando la respuesta y continuo pensando en un sueño que tuve. Respiro profundo y volteo a la izquierda esperando. Estornude sin querer, algo que me pasa muy seguido - Perdón - dije con algo de culpa de estornudar ya que cuando me pasa siento que estoy por un momento incomodo.

Sonrió al escuchar con Kathy se presenta hacia Vladimir, señalando que el tiene un lindo nombre.- Es un nombre un poco antiguo, como de tus cuentos ¿no?- le pregunto a Kath dándole ánimos para que se sienta en confianza, ella es igual de tímida cuando yo tenia su edad. Siento como la pequeña me abraza con algo de inseguridad. Asiento sin decir mas sobre el hecho que le oculte aquello a Vladimir, espero que no se enoje ni nada, pero quiero que entienda que la pequeña es algo importante para mi y la verdad que es algo quien cuido como un tesoro.

¿Y no hay beso para la madrina? O solo para la damita?- digo en tono gracioso al ver como Vladimir besa en la mano a la pequeña en forma tierna. Intentando hacer que Kathy entrara mas en confianza en que Vladimir si era alguien en que se podría confiar. Cuesta al inicio, pero se puede. - Pues… no tiene mi problema, pero aun es muy pequeña- susurro intentando dejar el tema ahí, se que es algo que a la pequeña no le gusta hablar del todo. es mejor dejarlo como esta, después con el vampiro podríamos hablar tranquilamente sobre el pequeño gran descubrimiento. Veo como Kath me mira esperando que yo contestara si el nos podía acompañar. Rio cuando escucho ese pequeño estornudo de parte de mi ahijada.- Salud pequeña…. Pues, por mi acompáñanos, pero es ella quien debe decidir- le digo a Katherine para que ella decida, dándole ánimos esperando que sintiera que Vladimir es un buen hombre dentro de todo.

- Katherine, un nombre realmente bello ¿sabe que su nombre significa "mujer bella llena de pureza"? - pregunto con galantería y una mirada que intento hacer suave, esos rasgos tan parecidos a los de Mia causan un efecto inconsciente en mi ser, queriendo ser dulce con la niña que no conozco y al mismo tiempo me causa curiosidad.

Miro a Mia con una sonrisa juguetona y asiento, tomando la mano con la que menos peso carga de la pequeña y le dejo un suave beso en el dorso, con una sonrisa divertida bailando en mis labios - Un placer verla por aquí bellísima dama - digo con un guiño tardando mas de lo debido en soltar su mano de la mia. Tal parece que los datos sobre la vida de la pequeña rubia son aún un asunto misterioso para mi y en cierta parte lo respeto, es la vida de su ahijada, pero por otro lado nunca me ha gustado que tenga secretos conmigo, por lo que ya veré la forma de hablar con ella sobre la pequeña y adorable Katherine, a quien dedico un gesto confuso por esa inocente reacción a su estornudo - Salud - susurro suave - Ya veo, entonces debo convencer a esta bella damita de que me permita acompañarlas ¿hay alguna forma en que logre mi cometido pequeña Katherine? - Una idea clara cruza por mi mente y decido ponerla en juego - ¿Gustas del chocolate tanto como tu madrina? - pregunto con una ceja alzada y sonrisa divertida.