Apparently I'm not the only one who needs a cigarette ∞ James A. Fletcher

Recuerdo del primer mensaje :


Hay que admitir un cosa: mi búsqueda sobre la información del vampiro que arruino mi vida no esta dando los frutos que yo esperaba tener en estas alturas. Aun así no me estoy hospedando en el hotel, es demasiado peligroso que el me reconozca. No quiero que sepa que estoy por estos lados, aunque de seguro que mi nombre ya había llegado a sus oídos. Sin despreciar el hecho que si iría a su evento sobre la fundación… o algo así me habían comentado. Había conseguido una casa en una zona residencial bastante cómoda, lo que ayudaba a tener calma y poder pensar bien mi próximo movimiento. Dado que los que dado solo me han dado una información: Demian tiene dos hijas.

Ando con unos jeans y una chaqueta de cuero cuando decido salir a caminar por las calles de la residencia, necesito fumar un poco…. Distraerme, quizás esto de la venganza me esta consumiente poco a poco. Con la cajetilla de cigarros salgo a la calle para encender uno apenas estoy fuera de mi casa. Ahora esta mucho mejor- comento para mi misma antes de darle otra calada al cigarro. Me había hecho adicta la fumar, un placer que no conocí hasta que fui expulsada del cielo. Comienzo a caminar sin rumbo fijo, únicamente pensando en lo placentero que era fumar.

of: no soy buena abriendo, pero espero que después sea mas largo ^^

Escuché atentamente lo que me decía. En cierto modo me recordaba un poco a mí ese tío. Un poco tan solo. - Vaya. Menudo capullo. Los tíos a veces nos lucimos en esta clase de temas. - Dije pensando como yo había huido también en cierto momento para evitar molestar a Beth. No era lo más adecuado, aunque al menos yo me había dado cuenta de mi fallo. Ese tal señor LeBlanc, sin embargo... ¿Fingir que no hubiera sucedido nada? Vaya idiota, la chica que me lo había contado no parecía ser mala, hasta el punto de merecerse tal rechazo. - Hay más tíos por el mundo. Puede que este hombre jamás se de cuenta de su error. Yo no esperaría nada de alguien que se hace el sueco con algo así de delicado. - No trataba de desanimarla, sin embargo me gustaba ser franco en esta clase de cosas con lo que pensaba.

Sonreí levemente. - Roxanne es un buen nombre. No muy común. - Mi nombre por el contrario estaba más que usado, sin embargo no había conocido muchas "Roxanne " a lo largo de los años.

En cuanto escuché su suspiro, supe que ella tampoco tenía muy buena suerte en los temas amorosos. Yo por mi parte era un torpe, sabía como actuar y sin embargo al final la acaba liando. - Bueno, estoy seguro de que éso mejorará tarde o temprano. - Mantener una actitud positiva siempre ayudaba. Un momento después, Roxanne me pasó su cajetilla de cigarros. Acepté su ofrecimiento, la verdad, no podía negarle un cigarro a nadie si me lo estaba ofreciendo. Sonreí a la vez que decía. - Será mejor que me lo enciendas tú. - No había caído en la razón tan simple por la que estábamos manteniendo esta charla. Que hubiese olvidado un mechero. O se hubiese perdido el que llevaba.


OFF: Mil perdones, te prometo que no había visto que me habías posteado ;_;

Alzo la ceja cuando me dice que los tíos “nos lucimos” en esa clase de tema, lo que me deja para pensar en que el había estado involucrado en algo parecido o con mismas consecuencias. Escucho como me trata de consolar, por asi decirlo, para que no me sienta mal por LeBlanc, que hay mas peses en el agua, lo que tenia mas que claro, pero… la venganza también esta en mi mente.- No me digas aquello, no estoy dolina ni nada por el estilo, se que merezco alguien mejor, aunque ahora no estoy esperando amor, únicamente estoy viviendo mi destierro de la mejor manera- le digo tratando que no sonara que tengo la venganza en mis manos, mientras menos personas sepan, mejor. No voy a correr el riesgo de que se sepa mi plan o mucho menos que lleguen de casualidad al oído de Demian.

James tampoco es tan común que digamos- le digo comentando a su s palabras, pocas o casi ningunas conozco con ese nombre, por lo que me parece curioso que lleve ese nombre. Es agradable y elegante para un vampiro supongo.

Creo que para ambos mejorara- digo antes de encender el cigarro y observar a James cuando me dice que seria mejor que yo lo encendiera. Le lanzo el encendedor.- Supongo que eres bastante grande para poder encender tu cigarro solo- comento un poco divertida antes de darle una calada al cigarro, tirando el humo en otra dirección.

Roxanne parecía haberse molestado ante mi comentario. No era mi intención realmente, a pesar de lo mucho que me encantara picar a la gente, no buscaba hacerlos sentir molestos. - No tienes pinta de ser de las personas que se torturan por esta clase de temas. - Dije encogiéndome de hombros. - Simplemente quería decir lo que pensaba. No tienes porque soportar chorradas.. - Nunca me había gustado guardarme las cosas para mí mismo, ¿de que servía pensar y no compartirlo con el resto de gente?

¿James inusual? Allí puede, sin embargo en Reino Unido para nada. - Mucho más común que Roxanne. - dije riendo entre dientes. James era un nombre bastante común, al menos allá en el Reino Unido. Recordaba que en el club de caballeros eramos tres jóvenes con ese nombre. Era tan extraño, recordar esos tiempos...

El positivismo tan repentino de la joven me hizo enarcar las cejas. - Seguramente. - Cacé el mechero que Roxanne lanzó al vuelo, y con el cigarro ya en la boca lo encendí. - Suficientemente mayor. Con 100 años a mis espaldas desde luego. - Dije con una pícara sonrisa. Era un abuelo, a pesar de que hubiese vampiros muchísimo más longevos que yo. Para ellos mi edad debía de ser una minucia, alguien que acababa de nacer prácticamente. Di una calada, y dije riendo entre dientes. - Seguro que a comparación contigo soy un anciano. - Realmente no sabía cuantos años podía tener ella, solo quería saber su edad. ¿Habría vivido incluso más que yo, o sería una niña a comparación conmigo?

Sonrió cuando James confirma lo que yo ya se de sobra, no soy de las chicas que se torturan por haber estado con un chico. Aun así el hecho que digiera lo que pensara es algo admirable, por lo que aun así sigue siendo mas de mi agrado.- Tranquilo, como te he dicho he tenido un mal día en el trabajo, por lo que sobre reacciono en algunos temas- digo tratando de justificarme un poco por mi reacción.

En eso tienes razón, pero cuando yo era un ángel, por mas extraño que suene, James es un nombre poco común… pero no se como lo es ahora- le comento riendo levemente. La verdad que personalmente no conozco a mucha gente con ese nombre, en esa época o como en esta.

Doy una calada a mi cigarro al escuchar como me dice que posee 100 años a sus espaldas.- Entonces no eres tan menor que yo que digamos- le digo con el mismo tono, con esa sonrisa picara que es obvio que quiere conducir a algo mas, pero luego de un instante se borra.- Yo creo que soy yo la anciana, no recuerdo mi vida humana, pero si se que tengo mas de unos diciendo años- comento antes de dar otra calada al cigarro continuando la caminata como si i edad no fuera de importación.

Sonrío con picardía cuando veo que Roxanne trata de excusarse. - No tienes porque darme explicaciones. Eres libre de actuar como quieras. - Doy una calada larga al tabaco, exhalando todo el humo acto seguido. - Esto es un país libre, ¿No? O así lo pintan al menos. - Realmente no estaba muy convencido de lo que solían decir los políticos y los medios. Me parecían unos verdaderos charlatanes que engañarían hasta a su madre.

Enarco una ceja mientras dice que desconocía la popularidad de mi nombre. - Cualquiera diría que has estado ausente estos últimos años. - Digo, dado que ella no tenía idea alguna de si mi nombre ahora era popular entre la gente. Realmente si mi nombre era o no era muy usado carecía de importancia,

Río burlonamente al escucharle hablar como si fuera una auténtica anciana. Al parecer, no era el más viejo del lugar. No era algo que me entusiasmase, era indiferente al respecto, sin embargo ahora sentía curiosidad.- Vaya, no aparentas la edad. Nadie diría que eres una viejecita. - digo dándole una breve calada al cigarro. Continúo caminando por la calle, mientras el sol cae todavía más. La noche me resguardaba ahora. - Y, ¿cómo era la época? Tenía pinta de ser momento de grandes excesos. - digo tratando de no mostrarme muy interesado mientras recordaba mis ya tan lejanas clases de historia. Excesos para quien se lo podía permitir, por supuesto. Al igual que en mi siglo, como había pasado con los Felices Años Veinte.

Doy un suspiro cuando James me dice que no le debía por que dar excusas lo que me relaja un poco.- Tienes razón, es un país libre por suerte- menciono calmada pues dentro de todo, una cosa es lo que es y otra e slo que dicen los medios, aquello de que somos un país libre y eso… no lo creo del todo. cada uno es dueño de su libertad y listo. No necesitamos la intervención de terceros.

Rio levemente cuando me dice que estuve ausente este ultimo tiempo.-- La verdad que si lo estuve, me dedique muchos años a cuidar a los demás, sin importar nombre o edad… perdí la noción del tiempo- le digo sonriendo algo melancólica, tiempo que no hablaba de mi tiempo de angel. Pero no puedo decir nada mas…. No quiero mostrar mis debilidades por lo que mi sonrisa se larga rápidamente dándole una calada a mi cigarro.

Nadie tiene por que saberlo, asi que tienes un secreto que guardar- comento en forma de broma, pues es obvio que ambos somos viejos, pero al parecer yo era mas vieja que el…. Aun asi ambos nos vemos como de 20 y 30 años coo si nada. Esto de los linajes ayuda a mantenerse en buen estado. Asiento cuando me pregunta sobre la época que yo vivi… pues si era una época de excesos, pero la verdad que si me encantaba.- Dentro de todo si, pero era para gente adinerada… y como te dije, antes yo solo ayudaba y nada mas. No me preocupada de la época- comento dándole otra calada al cigarro.- Poco me importo mi entorno- digo expulsando el humo.

¿Un pis libre? Realmente, decían éso, pero yo no estaba muy de acuerdo. - Aunque si me preguntas... Creo que la libertad es algo muy relativo. - Dije con frunciendo el ceño ligeramente. - Nadie es libre del todo. Siempre habrá algo que te impida hacer todo lo que tú quieres. - No era muy diferente a hacia 100 años. En esa época, uno era lo que los otros esperaban de ti, sin ninguna posibilidad de cambio. En mi caso tuve suerte... Pero algunos de mis compañeros no, algunos se habían visto obligados a casarse, estudiar lo que no querían... Así era la vida entonces. No podías decidir sobre cosas tan esenciales, y todavía en aquella época ocurría lo mismo. - Aunque, supongo que los ángeles lo sabéis muy bien, ¿No es así? - Dije tras pensarlo. A Beth la habían expulsado del cielo por algo tan estúpido como enamorarse de la persona que menos le convenía... Éso lo sabía muy bien.

Esbocé una sonrisa ladeada y reí. - Veo que a los ángeles no os dan muchas vacaciones, si ni siquiera tenías tiempo de fijarte en lo que tenías alrededor. - Comenté divertido. Yo sabía que el trabajo de un ángel no era precisamente fácil, pero de todas formas, estaban ahí para éso, ¿no? Yo sabía que en mi caso sería incapaz de dedicarme por entero a los demás.

Solté una breve risotada. - Está bien, será nuestro secreto. - En 100 años había sabido cuidar bien el secreto, así que algo como éso no me resultaría muy complejo. Aunque, mi poco trato con la humanidad facilitaba las cosas. 100 años sin apenas relacionarme con los humanos daban para sí. - Supongo que como en cualquier época. En mis años de juventud, cada noche eran fiestas y más fiestas. - Esbocé una sonrisa y continué hablando. - Para un joven universitario de familia acomodada la vida resultaba muy fácil. - Por aquel entonces, quizás era más ingenuo que ahora. No me importaba lo que ocurriese a mi alrededor. Irónicamente, había sido al convertirme cuando había empezado a interesarme por estos problemas humanos. Quizás para sentir que no había perdido toda mi humanidad al fin y al cabo.

OFF: Perdón por la espera >.<

Tuche, el tenia un punto, es obvio que no tenemos una libertad después de todo. todos somos esclavos de algo, yo de mi venganza por ejemplo.- En eso tienes razón vampiro, pero aun asi creo que estamos en condiciones de poder hacer lo que queramos sin tener que pagar consecuencia alguna, o al menos en nuestra naturaleza esta aquello- le digo sonriendo levemente mientras escucho aquello de los ángeles, que sabemos muy bien sobre las reglas y eso. Me limito a asentir con la cabeza antes de seguir con la conversación. Yo fui consiente en la noche que paso lo de Demian, y sabia que me traería consecuencias, pero aun asi deje salir mis intentos sin poder controlarlos….. causándome la expulsión.

En eso tienes razón también.. los ángeles poco tiempo tienen para hacer lo que quieren- comento dándole una calada a mi cigarro.- Parece que conoces mucho sobre el tema de los ángeles…. ¿conociste alguno o algo por el estilo?- pregunto curiosa, dado que la pregunta esta en el contesto, pues es extraño que un vampiro sepa tanto de las cosas que debía hacer un angel en la tierra.

Esuccho como me dice que en su juventud se habia tratado de fiestas y fiestas, nada mas que eso, además para un joven en una familia acomodada, todo es mucho mas fácil.- ¿Y como es que de esa fantástica vida terminaste siendo un vampiro? ¿o eres descendiente de uno?- pregunto mirando al vampiro con curiosidad.

Sonreí ante la conclusión de Roxanne. Muy obvia, realmente vivíamos en una falsa libertad, aunque éso no quitaba que mereciéramos hacer cuanto se nos antojara. - Sí, ésa debería ser la idea. Pero bueno, se puede ser esclavo involuntariamente. Hay gente que lo es a las drogas, el tabaco... - Dije sonriendo pícaramente mientras nos miraba a ambos. - O a la sangre, como nos ocurre a los vampiros. - Fruncí el ceño ligeramente, pero no le di mayor importancia. No iba a ponerme a pensar en éso ahora. - Son cosas que decidimos por nuestra cuenta y nos quitan parte de esa libertad. Así que... - Sonreí como si fuera un filosofo que acababa de descubrir una increíble tesis. - ¿Qué es la libertad realmente, si somos nosotros mismos los que nos ponemos cadenas? - Pregunté, aunque tampoco esperaba que me contestara la pregunta. Acto seguido tiré el cigarro al suelo y lo pisé.

Escuché como la chica me daba la razón en que los ángeles no tenían tiempo, sin embargo no dije nada. Realmente, incluso ahora Beth seguía cuidando de su familia, y lo bueno era que no tenía porque ocultarse para hacerlo. La mujer me preguntó si conocía de primera mano a un ángel, lo cual me hizo sonreír ligeramente. Sí que la conocía, conocía a mi Beth muy bien.- Sí, podría decirse que sí. Aunque ya no es un ángel, parece que nadie es suficientemente bueno para serlo. - Contesté, refiriéndome a Beth. Me sentía culpable por lo que le había sucedido a ella, en cierto modo había sido por mi culpa

Solté una breve risotada ante la pregunta de la mujer, de si me habían convertido o era descendiente. - No, puedes dar por seguro que no soy descendiente de un vampiro. De serlo seguramente estaría en este instante dándome una comilona, como hacen todos los originales. - La noche ya había caído, por lo cual muchos vampiros estarían ahora alimentándose. Puse los ojos en blanco durante un momento y dije. - Digamos que... El destino lo quiso así. Cosas de la vida. Se me cruzó uno por delante. - No quería dar más detalles de como llegue a convertirme en un chupasangres, más que nada porque no tenía porque saber más.

Sonrio cundo el vampiro nos señala sobre que somos esclavos del tabaco, pero aun así son cosas que decidnos por nuestra cuenta y optamos por ser esclavos.- Creo que ahí no concordamos, pues creo que esas cosas que dice, como la sangre y el tabaco, creo que esas son tentaciones… y la mejor manera de liberarse de ellas es caer en estas- le digo dando otra calada a mi cigarro con una sonrisa en mis labios que no se quita fácilmente. Quizás para mi es un tema interesante, pero creo que la venganza es lo que me tiene privada de mi libertad. Pues es obvio que no pienso en nada mas que no sea aquello y puede que sea algo cansador después de todo.

Observo como el chico dice que si conocía a un Ángel, pero que no lo era del todo, pues al parecer era un ángel caído como lo era yo- De seguro que nadie lo es… eso de ser un ángel es algo demasiado delicado como para que todos mantengan sus cargos bajo las tentaciones que posee el mundo humano- le digo sonriendo, pues es lo que me había pasado a mi, la tentación del mundo me habían terminado quitante las alas que tanto porte con orgullo en su tiempo.

Al parecer con ese comentario me deja claro que no le gusta ser de su linaje, pero al menos tienes tiempo de sobra… aunque dependas de los humanos de la forma alimentaria, pero….. supongo que el destino tiene algo preparado el destino, de lo contrario aquel vampiro no te hubiera convertido- señalo terminando el cigarro votándolo al suelo.